Сдам Сам

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КАТЕГОРИИ







LA POSIBILIDAD DE SER FELIZ.





DE LA FELICIDAD

“LAS CLAVES QUE VALEN MÁS QUE TODO EL ORO DE LA TIERRA”

MAESTRA KWAN YIN.

COMUNICACION COSMICA

Allende 1107 Oriente.

Monterrey N.L., MEXICO.

Código Postal 64000.1

Tel: (8)- 3-43-41- 57

Apartado Postal: 2097

Inicio: 29 de Marzo de 1992.

fin: 27 de Septiembre de 1992.


1. INTRODUCCIÓN.

Bienvenidos sean a este recinto, los saludo con el cariño de siempre, Yo soy KWAN YIN y tal como lo había anunciado mi Hermano Hilarión, la vida me da otra oportunidad de trabajar con ustedes para recorrer juntos un nuevo sendero.

Una nueva enseñanza.

Esta vez vamos a trabajar sobre una serie de conceptos que nos llevarán de la mano hacia la comprensión de las más internas motivaciones humanas; buscaremos despertar los corazones dormidos, buscaremos libertar los corazones encarcelados, buscaremos hacer brotar las sonrisas en esas caras demacradas de muchos de nuestros hermanos, pero queremos en esta ocasión, hacer que nuestro estudio siga una cierta lógica que vaya poco a poco, de manera gradual, acercándonos a lo más interno de los seres humanos, para extraer de ahí la suficiente fuerza para liberarlos de todo aquello que han recogido a lo largo de sus vidas. Buscaremos hacer contacto con el Yo íntimo, con el Yo más interno del ser, para después, mediante unas muy breves y sencillas reglas de comportamiento, enderezar sus vidas y encauzarlas definitivamente por el sendero de la armonía y la felicidad.

Bases para una terapia.

¿Cuál es la diferencia entre este estudio y los que ya anteriormente han recibido de parte de JESÚS y de HILARIÓN? Les diré que en ocasiones anteriores, los esquemas bajo los cuales han trabajado han sido más que nada académicos, eslabonando una serie de conceptos y penetrando en la raíz de los conflictos humanos, pero de ninguna manera han sido cursos terapéuticos. En esta ocasión, nos proponemos dar las bases para la terapia de ayuda que es necesario impartir a los hermanos que sufren de depresiones, de anormalidades psicológicas y de tendencias mentales patológicas; buscaremos llegar hasta sus corazones para transformar sus emociones que son la base de la mayor parte de las enfermedades mentales.

La psiquis del hombre está gobernada por las emociones, pues son ellas las que generan los pensamientos malsanos que posteriormente se transforman en enfermedad; sin embargo, las emociones generadas por un ser humano son dictadas por las experiencias acumuladas a lo largo de su vida y estas experiencias se encuentran grabadas en la memoria del individuo. Esto nos lleva a un círculo vicioso, pues lo que una persona recibe en la vida diaria, lo lleva a asociarlo con experiencias negativas de su pasado, lo cual a su vez, genera emociones negativas, y posteriormente esto hace que sus pensamientos vuelvan a ser negativos, reforzando los ya almacenados.

De esta forma, una persona se va hundiendo gradualmente en un problema hasta convertirlo en una enfermedad; un conflicto mental puede hundir a una persona si este círculo vicioso no es frenado a tiempo. Una experiencia negativa puede disparar una serie de asociaciones en la mente de un individuo y llevarlo hasta una profunda depresión.

Invitación a la reflexión profunda. Autocuración.

Entender la dinámica de las emociones y pensamientos dentro de un ser humano, es la base para iniciar un sistema de terapia que sea verdaderamente efectivo y rápido. Quisiera especificar que lo que diremos a lo largo del curso, no es en sí mismo un esquema de terapias clínicas en donde el doctor recibe una serie de instrucciones para ir guiando a su paciente, no, nuestra exposición será basada en el mismo sistema que hemos seguido anteriormente, una serie de mensajes en donde se expresan puntos que llevan a la reflexión profunda. Mediante estas reflexiones, la persona puede iniciar un proceso de autocuración, pero el discípulo inteligente sabrá extraer de estas lecciones, los secretos que pueda traducir en una terapia clínica. Por lo pronto, lo que deseamos es formular los conocimientos necesarios para una autoterapia; el material que salga de este curso, servirá para proporcionarlo a todas aquellas personas que sufren de problemas de orden psicológico, e igualmente, para todas aquellas otras que busquen una mayor estabilidad mental y, por supuesto, emocional.

Partiremos de la premisa que " el amor salva todos los abismos". Cada una de las palabras será cuidadosamente escogida para saltar esos abismos que separan a un corazón de otro. Cada uno de los conceptos buscará ir rasgando los velos tras los que se esconden los corazones lastimados, temerosos, aquellos que han sido dañados por la vida. Buscaremos hacer llegar la luz a esos rincones obscuros del alma, a fin de que el hombre pueda empezar nuevamente a respirar la energía fresca del espíritu que renueva la voluntad de vivir y lo abre nuevamente a la posibilidad de ser feliz.

Más allá del dolor, más allá de la soledad, más allá del temor, se encuentra el corazón encogido, temblando y preso, pero siempre, por más profundo que sea el dolor, por más grande que sea el temor, por más obscuro y complicado que sea el problema, existe una rendija por la cual puede llegar a penetrar la luz del espíritu.

Esos valores, esas emociones que fueron guardadas en la primera infancia del ser, en el primer momento en que el hombre vio la luz del mundo y sintió los brazos de su madre, esos primeros instantes que quedan grabados indeleblemente en el subconsciente del hombre, son muchas veces la única rendija a través de la cual podemos asomarnos y llegar al corazón; hasta allá llegaremos si es preciso, pues mientras haya un ser humano que esté sufriendo por no ser capaz de haber aprendido el arte de vivir, nosotros tendremos trabajo por hacer, no importa en dónde se encuentre, no importa qué tipo de problema sea, llegaremos hasta donde sea posible llegar y haremos lo que sea necesario hacer, pues ese fue el mandato del Cristo cuando El estuvo con nosotros.

No es necesario expresar la gran emoción que siento de poder tener la oportunidad de trabajar nuevamente con ustedes, no es fácil encontrar grupos con los cuales trabajar en estos niveles, el hacerlo nos llena de gozo y felicidad, así pues, por todo esto, gracias por el servicio.

2. HIPÓTESIS PRELIMINARES.

Habíamos comentado que el objetivo perseguido por estas lecciones, sería ante todo, abrir las puertas de los corazones encarcelados para que la brisa fresca de la felicidad los inunde y los lleve a la convicción de que es posible permanecer en armonía, aún en medio de las más duras dificultades. Dijimos que las lecciones seguirían la tónica hasta ahora empleada en otra de las series, autodidactas y autosuficientes, por cuanto uno de los temas es cubierto en una sola plática.

¿Qué es lo más importante para explicar a un ser humano? ¿Cuáles son los conceptos fundamentales a través de los cuales cada hombre y cada mujer deberían regir sus vidas? ¿Cuáles son los orígenes de sus conflictos, tanto a nivel de pareja como a nivel individual? ¿Dónde nacen los problemas del hombre, dónde está la falla, el error?, ¿dónde está la enfermedad?

Reeducación mundial.

Ha llegado el momento en que la humanidad conozca los verdaderos secretos de la felicidad. Es el momento para empezar una reeducación mundial que permita sembrar la semilla de la armonía permanente en las vidas humanas. Toda esta labor, de ninguna manera se pretende llevar a cabo en un día, o por un grupo, o siquiera por una escuela formada de muchos grupos; la labor está lejos de ser particular o exclusiva de algún grupo o discípulo, es preciso unir esfuerzos, es preciso entender que el ser humano es un ser colectivo y que se necesita trabajar en conjunto, si realmente se desean obtener los resultados más satisfactorios posibles.

La energía y la percepción.

Quisiera ordenar un poco la exposición a fin de poder entender la mecánica que seguiremos a lo largo de estas pláticas: Cuando centremos nuestra atención en el cerebro humano, observaremos que sus pensamientos son drásticamente coloreados por las emociones generadas en el área del corazón; esta área se encuentra a su vez dominada por el chakra cardíaco quien continuamente la está bombardeando de energía propia de su manifestación; es preciso entonces trabajar con esa energía que el chakra cardíaco envía continuamente hacia el corazón, esa energía es proveniente del cuerpo astral y es ahí en donde se van acumulando todas las experiencias que a lo largo de la vida una persona va pasando. Ahora bien, a su vez, la experiencia acumulada filtra la percepción que las personas tienen de las cosas por las que están pasando, y la filtra de tal forma, que el individuo observa únicamente cosas positivas o únicamente cosas negativas, el ser humano pierde la capacidad de discernimiento y la capacidad para ver las cosas imparcialmente tal como son; el ser humano las colorea, y en esa filtración, los hechos son percibidos como una confirmación de lo que sus creencias lo están obligando a ver. Podríamos decir entonces, que los mismos defectos del hombre se retroalimentan a sí mismos, gracias al papel que juegan dentro de la mente humana.

Autoobservación y autocontrol.

Para encontrar una respuesta inmediata a la pregunta de cómo es posible aplicar esto a las terapias, diremos que el ser humano debe desarrollar una nueva percepción de la vida y ésta únicamente será posible a través del trabajo continuo y consciente de la persona; la autoobservación y el autocontrol mental y conductual, son piezas claves dentro de toda terapia. Me propongo estudiar con algo de detalle este tipo de conceptos, para ir centrando las bases de lo que vendría a ser la nueva terapia.

3. LAS FUNCIONES DEL CORAZÓN.

Sumergirse en el mundo del corazón es como penetrar en un intrincado laberinto de complejas sensaciones que tergiversan tanto lo que el hombre siente en realidad en su yo más interior, como las emociones que está percibiendo provenientes del mundo que le rodea.

Al corazón se le educa con las emociones.

El corazón funciona como un órgano autónomo, que, independientemente de la voluntad del individuo, de su comprensión de las cosas que le ocurren, genera una serie de sentimientos de acuerdo a sus propios mecanismos de funcionamiento. Al corazón no se le puede pedir que razone, de la misma manera como no se le puede pedir que sienta al cerebro. Al corazón se le educa no con conceptos sino con emociones; un corazón que ha crecido en medio de los suaves efluvios del amor, aprenderá a emanar estas mismas emociones sin medida y sin descanso, pero un corazón forjado en la fría indiferencia no podrá hablar el lenguaje del cariño y de las caricias.

El corazón es como una delicada flor que cuando siente el invierno cierra sus pétalos y se refugia en lo más interno de su ser, pero cuando siente los tibios rayos solares encarnados en las suaves caricias del amor, abre su corola y deja escapar el perfume de los amores más sublimes que el ser humano puede emanar; y cada corazón tiene una historia diferente, cada corazón ha sido forjado bajo diferentes condiciones de vida, cada corazón, podríamos decir, es como una flor con diferente color y perfume. Decíamos en la sesión anterior que los pensamientos de los seres humanos colorean la percepción que tiene de todo lo que le rodea, déjenme agregar, que el corazón es uno de los órganos que más influye en el coloramiento de las percepciones externas.

El papel de los padres.

Uno de los fundamentos de la familia es entender que la madre tiene, como una de sus obligaciones principales, que proveer al niño de ese lenguaje del amor a través de sus cuidados y sus caricias, mientras que el hombre tiene la función primordial de formar la parte intelectual del niño; no quiero decir que sus obligaciones se limiten exclusivamente a estos aspectos, pero desde un punto de vista psicológico espiritual, cada uno de ellos está mejor capacitado para esas funciones, así el niño, en su proceso formativo, recibe un desarrollo equilibrado tanto en sus aspectos emotivos como intelectuales.

A medida que crecemos, la percepción del mundo empieza a ser cada vez más particular, más propia de nosotros, va siendo coloreada con nuestro propio aroma, con nuestra propia personalidad, y así, la felicidad se va escribiendo, tanto si es limitada como si es abundante, en nuestras vidas. La misma tarde puede ser hermosa para un corazón alegre y abierto, o puede ser deprimente y triste para un corazón carente de esa libertad. ¿Qué determina que una persona lo vea de una manera o de otra?, ¿qué es lo que lo condiciona?: su pasado, su experiencia, su manera particular de ver al mundo.

El objetivo de este curso.

A lo largo de este curso enfrentaremos una y otra vez el mismo problema: ¿cómo podemos enseñar a un corazón que ha aprendido a ver el mundo de una manera, a redescubrir las bondades, la belleza y la riqueza de este mundo?

Reto.

Cada uno de nosotros, desde nuestro propio marco de referencia, desde nuestras propias limitantes, buscaremos ayudar a los que nos rodean; en verdad, ¿se sienten preparados para esta misión?, ¿en verdad desean subir por encima de todas las limitantes, de todas las cadenas, de todas las espinas que los mismos corazones han forma do a lo largo de tantos años, y desde arriba, poseedores de una nueva visión del mundo, poseedores de un nuevo poder, romper las cadenas, derribar las murallas y apartar las espinas que estos corazones han querido forjar en sus vidas.

Esta pregunta la hago porque el corazón no entiende con conceptos, el corazón entiende con el ejemplo; si en verdad deseamos poder arrastrar a otros hacia una nueva vida, debemos nosotros mismos empezarla, debemos nosotros mismos levantarnos sobre esas mismas limitantes, y entonces, con esa libertad para amar indiferentemente a todos los seres humanos, sean éstos humildes o poderosos, sean éstos pequeños o grandes, sean éstos amigos o enemigos, y a través de nuestra sonrisa, a través de nuestra mirada y a través de nuestras palabras, expresar, sin asomo de dudas, la realidad de que es posible libertarse e iniciar un nuevo camino. Un triste no puede enseñar la felicidad, un deprimido jamás podrá hablar de la alegría de vivir, un corazón encarcelado no encontrará las palabras adecuadas para expresar lo que es el amor por la vida.

Así, yo les pido que en esta aventura, en esta jornada hacia la libertad, hagamos de nosotros los primeros discípulos, los pioneros, y cada ejercicio, cada lección, tomémosla primero nosotros, sintámosla en nuestro interno, recorramos juntos el camino, y cuando lleguemos a la cima de la libertad espiritual, cuando nuestros corazones se encuentren limpios, puros y prestos para amar a todos los seres y a todas las cosas de la creación, dejemos que esa libertad hable por nuestras bocas y arrastremos a multitudes tras nosotros. Este camino empieza hoy mismo, yo los invito a coronarse en el más poderoso reino que haya existido sobre el planeta, el reino de los corazones.

La esencia de la felicidad.

La búsqueda de la felicidad no debe de estar encaminada a lograr ciertas cosas, ni debe ser entendida como un estudio largo para la comprensión de algunos conceptos, la felicidad es como un despertar, es instantáneo y no requiere preparación previa; la felicidad es un estado de conciencia que se alcanza por momentos en todos los seres humanos, pero debido a las mentes inquietas y a los corazones no entrenados, esos estados son momentáneos, de muy corta duración y, desgraciadamente, involuntarios, el individuo, incluso, ni siquiera llega a sospechar que por instantes ha tenido momentos de felicidad y que esos estados pueden expandirse a medida que se entrena a permanecer por más tiempo en esa armonía.

¿Dónde nace la felicidad?

La dinámica de los procesos mentales dificulta al hombre percibir el presente como el único estado de conciencia que es capaz de concederle la felicidad; dado que la felicidad nace de la comunión que establece el ser humano con el entorno, por necesidad, esto se logra únicamente cuando se vive el presente. Aun cuando la persona puede experimentar o reexperimentar momentos armónicos cuando evoca algunos recuerdos dulces de su pasado, o bien cuando sueña algunos hechos de su futuro, la felicidad la experimenta en su presente, aunque para esto haya tenido que recurrir, o a experiencias pasadas o a sus sueños futuros; en esos casos, aunque la emoción es genuina, los recursos de los que se ha valido no le ayudarán a que esos momentos de felicidad puedan ser provocados a voluntad e incluso puedan realmente transformar su vida, no dejan de ser herramientas, instrumentos y habilidades que funcionan a manera de mecanismos de defensa, para evadir, tal vez, un presente que lo reta continuamente a resolver los problemas que posee.

Sin embargo, en esta búsqueda, cuando el ser humano alcanza cierta edad y siente mermadas sus capacidades para modificar, tanto su vida personal, como el entorno en que se mueve, su mente busca, cada vez más frecuentemente, los recuerdos de su pasado, se refugia en un pasado que ya no existe, y decimos entonces, que la persona ha renunciado a vivir; en definitiva esto es un problema, porque incapacita a la persona para seguir resolviendo los problemas cotidianos. Vivir en el pasado o en el futuro es perderse la oportunidad de seguir evolucionando y poder apreciar, en toda su dimensión, la maravillosa vida que se mueve alrededor nuestro.

Cómo ser un instrumento de Dios en la tierra.

Hacer la comunión con la vida que nos rodea, es comprender las fuerzas divinas que se mueven, impulsan y transforman la naturaleza, es entender los designios divinos alrededor nuestro, es fundir nuestras voluntades con las voluntades divinas que se están manifestando en cada una de las cosas creadas. De ese estado de comunión perfecta con la creación, nace un nuevo estado de actividad creadora permanente; sólo el ser que ha logrado establecer la completa comunión con la naturaleza, podrá trabajar en completa actividad creadora, manifestando una armonía interior y exterior evidente para todos; sus palabras y sus acciones serán congruentes con sus pensamientos y sentimientos, su vida será una bendición de Dios trabajando en su nombre en medio de los seres humanos, su mirada será la mirada de Dios, y sus palabras, la voluntad divina expresada por un ser humano.

Técnicas para encontrar y expandir la felicidad.

¿Cómo lograr que estos estados puedan ser reproducidos a voluntad? ¿Cómo lograr que los momentáneos chispazos de armonía personal que todo ser humano experimenta en sus vidas, puedan ser controlados, evocados y expandidos, para hacerlos nuestro permanente nivel de conciencia? Esta es, sin duda, una de las grandes búsquedas de la humanidad en todas las épocas. Lo que yo me propongo con este trabajo, es, precisamente, presentarles algunas técnicas que pudieran servirles para este propósito:

Vivir en la emoción de vivir.

Vivir en la comprensión de que Dios está con nosotros.

Tres caminos.

El sendero de la felicidad es tan amplio, que toda la humanidad cabría en él, si tan sólo supiera mantenerse en el presente. El pasado, el presente y el futuro, se asemejan a tres caminos que flotan en el espacio. El sendero de en medio es el presente, es un sendero firme, quieto, no se mueve, es el ser humano el que camina sobre él, es el ser humano el que avanza.

El sendero de la izquierda es el sendero del futuro, el de los sueños y las fantasías, el de las angustias y de los temores; ese sendero arranca al hombre del presente y lo lleva vertiginosamente hacia el futuro, ahí el hombre no camina, es el sendero el que se mueve, pero tan sólo se mueve un espacio y después da vuelta sobre sí mismo, dejando caer a la persona nuevamente sobre el sendero quieto del presente, el camino vuela, pero siempre regresa al mismo punto, dejando al ser humano con la sensación de no haberse movido ni un centímetro del lugar en que se encontraba.

El sendero de la derecha, es un sendero que se mueve igualmente, pero hacia atrás, arranca al hombre de su presente y lo lleva sumergiéndolo en tinieblas, presentándole imágenes fantasmagóricas, alguna agradables y otras llenas de crueldad y de dolor; ese camino igualmente se mueve, aunque más lento, y en donde las escenas se vuelven, o más dolorosas, o más agradables; parece como si el sendero se detuviera, permanece unos instantes quieto mientras las imágenes embelesan a la persona, y, repentinamente, el piso se desvanece, las imágenes desaparecen y la persona regresa estrepitosamente al sendero original del presente.

Sólo el camino del centro, aquél que está quieto, es el único seguro, el único firme, y en él, el hombre puede caminar y sentir realmente que está avanzando. Detrás de esta alegoría se encuentran muchas claves para meditar en el futuro y en el pasado, y aprender a valorar el presente.

Cada ser humano debe hacer un esfuerzo para vivir en el presente y apartarse de esas tendencias malsanas de vivir en realidades hipotéticas del pasado y del futuro.

7. INTEGRACIÓN PERSONAL.

Ser feliz representa el acto supremo de comunión entre el ser y la vida que lo rodea; ser feliz es integrarse internamente con su mente, sus emociones y sus sentidos, y a la vez, fundirse con todas aquellas cosas que lo rodean. Cuando la mente y las emociones están atentas a los mensajes del mundo físico existe integración; cuando el ser humano desfasa sus pensamientos mandándolos hacia un pasado o hacia un futuro hipotético, decimos que el ser humano está desintegrado.

Integración consciente.

En la práctica diaria de ser feliz, es preciso abocarnos a la tarea de la integración, pero consciente, hay múltiples trabajos en los que el ser humano se encuentra, mental, emocional y físicamente, unido, integrado, dedicado a la ejecución de una determinada acción o tarea; sin embargo, todo esto se hace de una manera inconsciente, automatizada, perdiendo el sentido de lo que es estar vivo y estar disfrutando de la existencia física. Cuando el ser humano pueda trabajar normalmente, pero a la vez, estando consciente de su responsabilidad de ser feliz, en ese momento tendremos una mutación, un cambio en la naturaleza interna del ser, en los procesos mentales, en la calidad de las emociones, e incluso, en la percepción física de lo que lo rodea.

La disciplina de la integración.

La disciplina de la integración implica que el ser humano debe permanecer con su atención mental y emocional puesta en aquello que su cuerpo físico está realizando; si esto se logra hacer disciplinadamente, al menos treinta minutos al día, estaremos cultivando a un nuevo ser, que vendrá a la manifestación, en el momento que la integración sea lo suficientemente completa como para establecer el contacto directo con el ser interior. En otras palabras, experimentando la integración en el presente, el ser pone en marcha un proceso de expansión continua de conciencia que lo llevará de una manera automática y rápida, a establecer un antakarama, es decir, su contacto con la mente superior, con el ser superior, con su Dios interno.

El primer principio: Nadie puede darme la felicidad, sólo yo debo conseguirla.

La mutación, aunque no puede ser explicada, en principio, debe representar el despertar hacia una nueva vida, el despertar hacia una nueva realidad, el abandono de los moldes y viejas ideas, y el descubrimiento de nuevos conceptos y emociones que enriquecerán, notablemente, la vida del ser, por eso es que decimos en nuestro primer postulado: Nadie puede darme la felicidad, sólo yo debo conseguirla. ¿Dónde reside el valor de esta afirmación? Mas allá de nuestra pueril significación de lo que es felicidad, tenemos que encontrar el verdadero sentido de la palabra; la felicidad es un estado de conciencia, no es un goce pasajero, ni es un estado armónico transitorio, no debe estar asociado a ciertas causas externas, porque entonces deberíamos llamarlo de otra forma, pero no felicidad.

La gran diferencia entre la felicidad que proviene de la integración en el presente y la felicidad que se logra mediante el haber alcanzado ciertos objetivos, o el haber sucedido ciertas cosas, reside en la permanencia de la primera y en la temporalidad de la segunda, es decir, el ser humano, en el primer caso, alcanza la felicidad como un estado normal del ser y empieza a vivir en él; en el segundo caso, la felicidad sigue dependiendo de que las condiciones externas se mantengan y no cambien.

Repaso de conceptos.

Decíamos, que dentro de los principios que los seres humanos deben seguir para entender y vivir en la felicidad, conforman una disciplina, una nueva forma de percibir al mundo y organizar sus pensamientos internos, y de participar dentro de la sociedad con nuevas perspectivas.

Habíamos ya analizado el principio que dice: que sólo yo puedo alcanzar la felicidad, sólo yo puedo dármela, y, por lo mismo, esa es mi responsabilidad. Entendíamos lo inútil que es culpar a otros por no poder ser felices nosotros.

Después entendimos, en el segundo principio, que somos personas únicas en el universo, que nuestras experiencias y nuestros procesos mentales nos dan una manera particular de ver la vida y ésta es la razón de que nuestros actos, nuestra conducta, sea particularmente nuestra, ya que sólo nosotros podemos entender nuestras motivaciones más internas. Una de las implicaciones de este segundo principio, era, que los juicios que otras personas emitan acerca de nosotros no deben afectarnos, puesto que entendemos que nadie podría juzgar las verdaderas causas de mis acciones, a menos que pudieran sentir y pensar lo que nosotros sentimos o pensamos; todos los juicios que otras personas elaboran acerca de nosotros son parciales, incompletos, y son el fruto de su propia percepción de la realidad, y esa visión que ellos tienen es tan parcial e incompleta, como la que nosotros tenemos acerca de ellos, por lo que, así como sus juicios no son válidos acerca de nosotros, tampoco los nuestros serán válidos acerca de ellos.

Entendimos la inutilidad de pasar por la vida juzgando cada cosa que vemos. Entendimos que viviendo en el presente se eliminan los juicios hipotéticos. Aprendimos igualmente, la trascendental importancia que tiene el que las personas aprendan a fijarse en el tiempo presente, eliminando todo el sentimiento y la carga emotiva que se acumula al estar viviendo en realidades del futuro o del pasado, es decir, realidades hipotéticas.

El tercer principio: Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer.

Ahora, un tercer punto que nos debe llevar a adquirir una mayor responsabilidad de nuestros actos, es el que nos enseña que todo lo que recibimos en el tiempo presente, no son sino frutos de acciones tomadas en el pasado, pero, a la vez, mis acciones presentes serán las semillas cuyos frutos recogeré en el futuro. Aparentemente, es un principio que ha sido estudiado ampliamente en todas las religiones y filosofías del mundo, es un concepto que nosotros recibimos desde el momento en que abandonamos la cuna, y que no se aparta de nuestras vidas hasta el momento en que abandonamos el cuerpo físico. ¿Qué podemos agregar a éstas ya tan conocidas palabras, qué podríamos decir además de todo lo que ustedes han aprendido ya?

Para empezar, quisiera decirles, que como ley universal, ésta se cumple en todos los niveles, no únicamente en el reino humano, sino en todos los reinos; no únicamente en el planeta tierra, sino en toda la creación, por lo mismo, si en el tiempo presente recogemos lo que ha sido sembrado en el pasado, busquemos entonces las causas de aquello que estamos viviendo.

La humanidad actual.

En principio, los seres humanos han logrado construir una sociedad, que dentro de sus conflictos, de sus problemas y crisis, presenta opciones para seguir caminando hacia estados más armónicos de convivencia. Observamos a la humanidad actual y vemos que un ochenta por ciento de las personas no son sino el fruto de las mismas condiciones bajo las cuales su vida se desarrolla; son máquinas programadas por las condiciones que la sociedad les ha impuesto, sus necesidades han sido creadas por la publicidad en los medios de información; sus ideales y metas han sido puestas allí, igualmente, por la sociedad; el camino que han llevado ha sido el que el gobierno ha querido, o bien, sus padres le han obligado; sus emociones no son sino aprendizajes que ha tenido que llevar, gracias a la convivencia forzada por su familia o sus amistades.

En resumen: El ser humano conformado por un cuerpo físico, que se mantiene sano o se enferma, dependiendo de las condiciones que la sociedad le presenta para vivir. Su cuerpo emocional que ha sido manipulado y desarrollado bajo la presión de las fuerzas que se mueven en el medio en que vive. Y sus necesidades espirituales que han sido parcialmente satisfechas por las religiones bajo las cuales ha crecido y que más que ofrecer una opción viable hacia una vida más armónica, lo llenan de ocultos temores o cierran su capacidad de razonamiento, para enmarcarla dentro de un fanatismo que no son sino cadenas a su mente y a su alma. Este es el panorama que nos presenta el ochenta por ciento de la humanidad.

Dijimos que lo que hoy ocurre, es el fruto de lo que antes ocurrió, ¿qué fue lo que pasó antes para que esto se llegara a dar?

El símil del río.

Si siguiéramos el curso de un río en sus etapas de formación, cuando las primeras lluvias empiezan a humedecer las cumbres de las montañas y siguiéramos a ese pequeño chorro de agua que se desliza precipitándose hacia el fondo del valle, observaríamos que los obstáculos que se le presentan en el camino, son salvados sacando la vuelta y escogiendo el camino que menos resistencia opone a su descenso. Si tuviésemos la visión del conjunto y viéramos cómo está la geografía de la montaña, podríamos predecir si el río tomará tal o cual camino en su carrera descendente, sabríamos que los obstáculos tal vez lo lleven hasta un pequeño estanque en donde esa agua quedará encerrada por algún tiempo, o tal vez pudiéramos predecir, que el agua en su recorrido, formará una cascada a determinada altura. Si pudiéramos nosotros seleccionar el camino que el agua seguirá para llevarla hasta donde nosotros deseamos, sería más fácil cumplir con la misión del río.

Algo similar ha pasado con la evolución de los hombres; la evolución es una fuerza formidable, impulsa a las humanidades a avanzar y avanzar hacia terrenos desconocidos para ella, pero los obstáculos que el camino presenta van marcando la pauta por la que la humanidad seguirá su curso. Un descubrimiento nuevo de la ciencia puede darle un impulso a la humanidad hacia una determinada dirección; alguna crisis de tipo política o económica, puede impulsar los esfuerzos de la humanidad a avanzar hacia otra dirección. Nosotros, que podemos ver el plan divino y entender hacia dónde debe llegar el hombre, nos preocupamos por apartar del sendero todas aquellas causas, conflictos o accidentes de terreno que pudiera desviar el sendero por el que la humanidad debe seguir, sin embargo, no todo es posible y, en ocasiones, el rumbo que la humanidad toma es distinto al que nosotros hubiéramos deseado; surge entonces la necesidad de tomar acciones correctivas y reorientar el sentido de la evolución.

El panorama que hoy ofrece la humanidad a nuestros ojos, es similar a un río que viene en descenso con una fuerza tempestuosa. Imaginemos un pequeño chorrito de agua que va ligeramente adelante del caudal mayor, que viene arrastrando piedras, basura, plantas y animales que encuentra a su paso; el pequeño chorro de agua que va al frente son quienes deciden el sendero por donde cruzará el resto de la humanidad, las decisiones que ellos tomen son vitales para el futuro de la sociedad humana, y, ¿quiénes son los que conforman a ese pequeño chorro que va en la punta del enorme río, formado por millones de seres humanos? Son los políticos, los jefes de gobierno, los grandes científicos y filósofos, los grandes economistas, las mentes iluminadas de la humanidad, los grandes iniciados, algunos conscientes y otros inconscientes, todos en conjunto, deciden el sendero por el que la tierra avanzará.

El futuro de la humanidad.

¿Qué podemos esperar para el futuro, si el ochenta por ciento son inconscientes?, si el ochenta por ciento no son sino el fruto de la sociedad, con sus conflictos y problemas, ¿qué podemos esperar para el futuro?, sólo conflictos y problemas.

La esperanza está en ese pequeño grupo de seres humanos que dan las pautas a seguir por el resto de la humanidad; es necesario, es preciso, es indispensable, que aquellos de ustedes que han encontrado una solución a los conflictos internos de las personas, tomen acciones concretas que permitan la reeducación de la humanidad, que permitan encender la luz dentro del laberinto obscuro en que se mueve la mayor parte de los humanos.

La responsabilidad está al frente de este río caudaloso, no es un marco imaginario para ver las cosas de una manera espiritual, es un marco real, es un hecho real, que sólo unos cuantos toman las decisiones por los millones de seres humanos, es un hecho real, que cuando un sendero se muestra a la humanidad y su imagen puede llegar a impactar e influenciar a una gran cantidad de seres humanos, la humanidad puede reenderezar el rumbo, la humanidad se lanza en busca de esa opción, de esa nueva enseñanza, porque lo abre a posibilidades que de momento no ha encontrado.

Invitación a compartir este conocimiento.

La felicidad, la armonía y la paz, son conceptos que todos desean incorporarlos a sus vidas; véanse a ustedes mismos y dense cuenta de todo lo que han recibido; les pregunto ¿no es justo pedirles que todo lo que han recibido lo compartan?, pero no con unos cuantos, no con aquéllos que tienen la suerte de vivir en su ciudad, no únicamente con aquéllos que tienen la suerte de hablar el mismo idioma, sino con todo el mundo, con todos los seres que tuvieron la suerte de vivir esta época al mismo tiempo que ustedes. Eleven su voz en libros, en conferencias, en cursos, en viajes, en todos los idiomas que les sea posible y hagan llegar estas opciones, den a conocer a todos lo que por el amor divino ustedes han recibido.

10. EL REENCUENTRO CON LA ARMONÍA.

Hablábamos de que los frutos de hoy son las semillas del pasado, que toda acción efectuada en algún momento de la vida tiene su repercusión más adelante en el tiempo. Hablábamos de que la sociedad humana, con todos sus conflictos, no está haciendo otra cosa que recoger lo que su propia siembra plantó tiempo atrás. Y también comentamos que la humanidad avanza por su camino evolutivo, de la misma forma como lo hace un río que va descendiendo por las laderas de una montaña.

La autoestima.

La autoestima funciona como moderador de los pensamientos y sentimientos nocivos del ser. Es como un antídoto que entra a funcionar en los precisos momentos en que el ser siente que se está lastimando. La autoestima puede ser cultivada mediante frases positivas y observaciones directas sobre aquellos rasgos de nuestra propia conducta, que son positivos o apreciados por los demás; si estos hechos son guardados celosamente y recordados frecuentemente, la autoestima de una persona se incrementará y servirá como un depósito de energía, disponible para todos aquellos momentos en que la mente y las emociones se descontrolen y empiecen a lastimar al ser.

Sólo yo decido qué es lo que tengo o debo hacer en este momento.

El 5o. principio que habíamos enunciado como: “Sólo yo decido qué es lo que tengo o debo hacer en este momento”, es una claro ejemplo de la utilización de este depósito de energía llamado autoestima. Todas las personas se ven influenciadas por las condiciones externas en sus decisiones de qué es lo que deben hacer en determinado momento, los estímulos provenientes de nuestros familiares o amigos siempre son en el sentido de “deberías hacer tal o cual cosa”, frecuentemente se insiste en que la persona debería mortificarse, preocuparse, angustiarse o arrepentirse de cualquier cosa pasada o futura, esos continuos estímulos representan virus psicológicos que promueven estados de baja energía en el ser.

El mundo de las sombras.

Imaginen por el momento que van ustedes caminando por un largo sendero, a su izquierda y a su derecha hay bosques de árboles, plantas de todos tipos y animales que hacen de ellos su refugio. Imaginen que van caminando de noche y que las sombras cubren todo a su alrededor, ustedes van siguiendo el sendero, pero de momento las tinieblas nocturnas los hacen vacilar acerca de la dirección correcta que el sendero sigue. A ratos las tinieblas ceden ligeramente y les permiten recontinuar su camino de acuerdo al plan que originalmente se habían previsto.

Las sombras de la noche asemejan más bien espectros, figuras en movimiento, sin forma, que los hacen estremecer pensando en peligros irreales. Conforme siguen caminando se van acostumbrando a este mundo de sombras, aprenden que aquellas cosas que de pronto consideraron como peligros, se desvanecen a medida que se van acercando, sus ojos empiezan a acostumbrarse a la oscuridad, y ustedes mismos, en ocasiones, juegan incluso con las sombras de la noche, manejan incluso su propia sombra.

Y así van caminando, en un mundo fantasmagórico, en donde las cosas reales se confunden con las sombras que arrojan y las sombras se vuelven tan comunes que son consideradas como parte del mundo real. Pero a medida que van caminando, las horas van transcurriendo, una suave claridad empieza a inundar el paisaje, las sombras empiezan a perder fuerza y los colores empiezan a aparecer a su alrededor.

El mundo de la luz.

Más tarde, cuando el sol alumbra en todo su esplendor, las sombras se han ido, el paisaje toma su verdadera dimensión, las flores se abren, la fauna entra en actividad, las abejas revolotean por las flores, y tal pareciera como si el campo se vistiera de luces para dar a entender que lo único verdadero en el mundo es aquello que tiene color, es aquello que produce aroma, es aquello que lanza alabanzas a Dios, y entonces, los objetos reales se vuelven más reales y las sombras no son sino consecuencia de la luz que proviene del cielo, los pasos se aferran al camino y el sendero transcurre más aprisa.

Al madurar, el discípulo pasa de las sombras a la luz.

Todos los discípulos empiezan a caminar, empiezan su jornada en la noche y los pasos vacilantes con que inician su jornada, tan sólo demuestran la incapacidad que tienen para distinguir las sombras de las cosas reales; pero a medida que camina va madurando, a medida que se equivoca va aprendiendo, a medida que su espíritu va tomando fuerza empieza a adquirir la radiación de un sol, y su vida, que antes estaba envuelta en tinieblas, empieza ahora a iluminarse por su propia irradiación espiritual; desaparecen las sombras y aparece el maravilloso mundo de Dios. Ya no hay más danzas macabras de objetos irreales, tan sólo el sublime concierto de la creación universal acompasado con el movimiento de los insectos y de las mariposas, que no son sino instrumentos de la misma Voluntad Divina.

El lenguaje del rostro.

Si a los hombres les pusiéramos una cubierta sobre sus cabezas y les impidiéramos hablar, automáticamente quedarían aislados unos de otros, limitados únicamente a tocarse; el lenguaje del tacto sería sumamente limitado para poder comunicarse y llevar una vida normal. Si a los seres humanos, además del tacto, les diéramos el poder de hablar y poder ser escuchados, la comunicación sería más efectiva y, sin embargo, aún estarían aislados unos de otros. Si les permitiéramos ver, entonces el ser humano tendría la capacidad tal como ahora la tiene, de ver, escuchar y tocar; sin embargo, cuando se observan los ojos, cuando se observa el rostro, cuando se observa el mensaje que va acompañando a las palabras, entonces percibimos que, muchas veces, el mensaje que nos viene de las palabras no es congruente con el que se refleja en el rostro, porque el lenguaje del rostro es un lenguaje infinitamente más profundo, la forma de mirar, el brillo de los ojos, la expresión de las cejas y la entonación de la voz, son mensajes que nada tienen que ver con las palabras que se dicen, mensajes que complementan la idea inicial, mensajes que nos abren la puerta al mundo interior.

El efecto de la armonía en los vehículos del hombre.

La persona que ha decidido seguir el camino de la felicidad no puede equivocarse, la experiencia que está sintiendo en su interno es reflejada a través de cada poro de su piel, es mostrada al mundo con sus ojos, con sus palabras, con sus movimientos, con su sonrisa, con la tranquilidad de su rostro. La armonía es una fuerza cósmica que normaliza el flujo energético entre todos los vehículos del hombre y, por lo mismo, el vehículo físico se convierte en una expresión perfecta de esta misma armonía, como es adentro es afuera; la expresión se torna dulce, serena, armónica, los rasgos se suavizan, la mirada se llena de un sentimiento de amor, la misma entonación de la voz nos habla de esa fuerza, de esa armonía, de esa tranquilidad que la persona está sintiendo en su interno; el ser humano se hace congruente con su realidad interna, y aunque permaneciera callado, su rostro hablaría por él, y aún cuando sus palabras estuviesen recriminando suavemente a una persona, sus ojos le estarían hablando del inmenso amor con que lo hace, su mirada penetraría las más cerradas cárceles de los corazones lastimados; la forma de hablar y conducirse inspirarían tal confianza en el resto de las personas, que todos los temores y todos los prejuicios caerían derrumbados ante este magnetismo que irradia. Por eso es importante cuidar el rostro y entender que las emociones internas se ven reflejadas en ese espejo que todos tenemos en la cara.

Cultivar el contacto profundo con los demás.

Cultiven las miradas dulces, profundas y escrutadoras, no descuiden el lenguaje y véanlo siempre como la más perfecta manifestación que el hombre ha desarrollado para acercarse los unos a los otros. Usen sus manos para trabajar y para explorar los caminos ocultos hacia el corazón de sus semejantes; un apretón de manos, una palmada en la espalda, tal vez sean capaces de romper los más duros cerrojos. Acérquense sin temor hacia aquellos a quienes aman y muéstrenles algo de esa paz interior que ahora experimentan.

El amor es una irradiación de persona a persona.

Los discípulos del mundo conocen perfectamente las maravillas que el amor obra entre los seres humanos, pero ese amor no puede ser expresado a través de libros, a través de cassettes, tiene que ser mostrado personalmente para que la irradiación sea real, para que ese influjo que es emitido a través de la mirada, a través del aura de la persona, pueda envolver al ser con quien queremos comunicarnos. ¿Saben ustedes que los corazones que se han abierto el uno para el otro no necesitan de palabras, no necesitan incluso de miradas?, la comunión total no tiene que ser explicada, no tiene que ser reafirmada, tan sólo se vive, se experimenta, se disfruta y después se sigue caminando porque el sendero es personal, el camino que lleva hacia la cúspide de la realización humana es personal.

El lenguaje del cuerpo.

Pero no únicamente la cara es capaz de reflejar esa paz interior que se va alcanzando, también el cuerpo, a través de una multitud de señales, nos habla igualmente de la armonía interior de la persona. La forma de caminar, la forma de conducirse, la forma de mover los brazos o las piernas, la paz que se percibe cuando se encuentra sentado, ese relajamiento que nos habla de la ausencia total de tensiones, es justamente otro de los mensajes que el cuerpo es capaz de transmitir cuando se vive en completa armonía. Todas las tensiones, preocupaciones, angustias o temores, se manifiestan en movimientos involuntarios del cuerpo: tensiones innecesarias, tics de los llamados nerviosos, e incluso el tartamudeo y la respiración agitada.

La razón para leer los mensajes no verbales de las personas.

Aprender a leer el mensaje del cuerpo es asomarnos a la vida interior de una persona; estos son los mensajes y las lecciones que cada ser humano va por la vida mostrando a sus semejantes. Aprender a leer en esos libros vivientes es una de las más grandes maravillas que un discípulo de la luz puede aspirar y la razón primordial de este estudio nos la menciona el noveno principio: Yo soy un ser al servicio de la humanidad, es decir, el hombre en todo lo que hace presta un servicio a la sociedad, e incluso a los otros reinos que conforman a todo el planeta.

La esencia de la felicidad.

La felicidad es simplemente la ausencia de juicios negativos, la ausencia de lamentaciones, la ausencia de las autocríticas y la apertura total a la Voluntad de Dios. Sólo el ser que es capaz de percibir el rostro divino detrás de todas las situaciones que enfrenta en su vida, es capaz de permanecer en paz mientras todo a su alrededor parece desmoronarse. La felicidad interior produce inevitablemente la paz, la quietud, el sosiego; pero, para alcanzar esa felicidad interna, hace falta purificar los filtros a través de los cuales se perciben las cosas de la vida.

Hemos hablado ya largamente acerca de los nueve principios que conducen al camino de la felicidad; este último, más que principio es una Ley.

El hombre vino al mundo para ser feliz y hacer felices a los demás. Vino a entender que como extensión divina en la tierra, su misión es glorificar al Padre en cada acto de su vida y, a la vez, como parte de una sociedad humana, trabajar incansablemente al servicio de los demás, no únicamente para llevar esa paz y esa armonía, que concede la felicidad, a los que nos rodean.

Así pues, esta última ley sella con cordeles de oro el decálogo de principios que todo hombre debiera seguir para ser partícipe del camino de la felicidad.

La presentación de esta enseñanza en su publicación.

Cuando estos manuscritos, cuando estos mensajes sean publicados, no los encuadernen, entrelácenlos todos con una cinta de color dorado y pónganles un sello en la primera hoja indicando que son los diez principios de la felicidad, claves que valen más que todo el oro de la tierra. Hagan el esfuerzo de que esta enseñanza, desde el momento en que llegue a las manos de aquellos a quienes la Voluntad Divina les otorgue ese privilegio, reciban, desde el primer momento, el impacto de estar en contacto con una enseñanza diferente, con un material que los hará despertar al mundo de la felicidad.

La presentación de esta enseñanza en una clase.

Cuando estos principios sean expuestos en un salón de clase, que el salón de clase sea arreglado, adornado, y que cada rincón de él hable de la felicidad. No permitan que esta enseñanza sea depreciada por los prejuicios con que los seres humanos reciben todos los conceptos, sitúenlos dentro de un contexto de felicidad, rompan todas las tradiciones, para que la forma en que llegue este conocimiento sea lo suficientemente impactante para que rompa los filtros a través de los cuales son escuchados.

La misión del ser humano.

Si la misión es ser feliz, ¿qué estamos esperando? Si la misión es hacer felices a los demás, ¿qué es lo que nos detiene?

DE LA FELICIDAD

“LAS CLAVES QUE VALEN MÁS QUE TODO EL ORO DE LA TIERRA”

MAESTRA KWAN YIN.

COMUNICACION COSMICA

Allende 1107 Oriente.

Monterrey N.L., MEXICO.

Código Postal 64000.1

Tel: (8)- 3-43-41- 57

Apartado Postal: 2097

Inicio: 29 de Marzo de 1992.

fin: 27 de Septiembre de 1992.


1. INTRODUCCIÓN.

Bienvenidos sean a este recinto, los saludo con el cariño de siempre, Yo soy KWAN YIN y tal como lo había anunciado mi Hermano Hilarión, la vida me da otra oportunidad de trabajar con ustedes para recorrer juntos un nuevo sendero.

Una nueva enseñanza.

Esta vez vamos a trabajar sobre una serie de conceptos que nos llevarán de la mano hacia la comprensión de las más internas motivaciones humanas; buscaremos despertar los corazones dormidos, buscaremos libertar los corazones encarcelados, buscaremos hacer brotar las sonrisas en esas caras demacradas de muchos de nuestros hermanos, pero queremos en esta ocasión, hacer que nuestro estudio siga una cierta lógica que vaya poco a poco, de manera gradual, acercándonos a lo más interno de los seres humanos, para extraer de ahí la suficiente fuerza para liberarlos de todo aquello que han recogido a lo largo de sus vidas. Buscaremos hacer contacto con el Yo íntimo, con el Yo más interno del ser, para después, mediante unas muy breves y sencillas reglas de comportamiento, enderezar sus vidas y encauzarlas definitivamente por el sendero de la armonía y la felicidad.

Bases para una terapia.

¿Cuál es la diferencia entre este estudio y los que ya anteriormente han recibido de parte de JESÚS y de HILARIÓN? Les diré que en ocasiones anteriores, los esquemas bajo los cuales han trabajado han sido más que nada académicos, eslabonando una serie de conceptos y penetrando en la raíz de los conflictos humanos, pero de ninguna manera han sido cursos terapéuticos. En esta ocasión, nos proponemos dar las bases para la terapia de ayuda que es necesario impartir a los hermanos que sufren de depresiones, de anormalidades psicológicas y de tendencias mentales patológicas; buscaremos llegar hasta sus corazones para transformar sus emociones que son la base de la mayor parte de las enfermedades mentales.

La psiquis del hombre está gobernada por las emociones, pues son ellas las que generan los pensamientos malsanos que posteriormente se transforman en enfermedad; sin embargo, las emociones generadas por un ser humano son dictadas por las experiencias acumuladas a lo largo de su vida y estas experiencias se encuentran grabadas en la memoria del individuo. Esto nos lleva a un círculo vicioso, pues lo que una persona recibe en la vida diaria, lo lleva a asociarlo con experiencias negativas de su pasado, lo cual a su vez, genera emociones negativas, y posteriormente esto hace que sus pensamientos vuelvan a ser negativos, reforzando los ya almacenados.

De esta forma, una persona se va hundiendo gradualmente en un problema hasta convertirlo en una enfermedad; un conflicto mental puede hundir a una persona si este círculo vicioso no es frenado a tiempo. Una experiencia negativa puede disparar una serie de asociaciones en la mente de un individuo y llevarlo hasta una profunda depresión.

Invitación a la reflexión profunda. Autocuración.

Entender la dinámica de las emociones y pensamientos dentro de un ser humano, es la base para iniciar un sistema de terapia que sea verdaderamente efectivo y rápido. Quisiera especificar que lo que diremos a lo largo del curso, no es en sí mismo un esquema de terapias clínicas en donde el doctor recibe una serie de instrucciones para ir guiando a su paciente, no, nuestra exposición será basada en el mismo sistema que hemos seguido anteriormente, una serie de mensajes en donde se expresan puntos que llevan a la reflexión profunda. Mediante estas reflexiones, la persona puede iniciar un proceso de autocuración, pero el discípulo inteligente sabrá extraer de estas lecciones, los secretos que pueda traducir en una terapia clínica. Por lo pronto, lo que deseamos es formular los conocimientos necesarios para una autoterapia; el material que salga de este curso, servirá para proporcionarlo a todas aquellas personas que sufren de problemas de orden psicológico, e igualmente, para todas aquellas otras que busquen una mayor estabilidad mental y, por supuesto, emocional.

Partiremos de la premisa que " el amor salva todos los abismos". Cada una de las palabras será cuidadosamente escogida para saltar esos abismos que separan a un corazón de otro. Cada uno de los conceptos buscará ir rasgando los velos tras los que se esconden los corazones lastimados, temerosos, aquellos que han sido dañados por la vida. Buscaremos hacer llegar la luz a esos rincones obscuros del alma, a fin de que el hombre pueda empezar nuevamente a respirar la energía fresca del espíritu que renueva la voluntad de vivir y lo abre nuevamente a la posibilidad de ser feliz.

Más allá del dolor, más allá de la soledad, más allá del temor, se encuentra el corazón encogido, temblando y preso, pero siempre, por más profundo que sea el dolor, por más grande que sea el temor, por más obscuro y complicado que sea el problema, existe una rendija por la cual puede llegar a penetrar la luz del espíritu.

Esos valores, esas emociones que fueron guardadas en la primera infancia del ser, en el primer momento en que el hombre vio la luz del mundo y sintió los brazos de su madre, esos primeros instantes que quedan grabados indeleblemente en el subconsciente del hombre, son muchas veces la única rendija a través de la cual podemos asomarnos y llegar al corazón; hasta allá llegaremos si es preciso, pues mientras haya un ser humano que esté sufriendo por no ser capaz de haber aprendido el arte de vivir, nosotros tendremos trabajo por hacer, no importa en dónde se encuentre, no importa qué tipo de problema sea, llegaremos hasta donde sea posible llegar y haremos lo que sea necesario hacer, pues ese fue el mandato del Cristo cuando El estuvo con nosotros.

No es necesario expresar la gran emoción que siento de poder tener la oportunidad de trabajar nuevamente con ustedes, no es fácil encontrar grupos con los cuales trabajar en estos niveles, el hacerlo nos llena de gozo y felicidad, así pues, por todo esto, gracias por el servicio.

2. HIPÓTESIS PRELIMINARES.

Habíamos comentado que el objetivo perseguido por estas lecciones, sería ante todo, abrir las puertas de los corazones encarcelados para que la brisa fresca de la felicidad los inunde y los lleve a la convicción de que es posible permanecer en armonía, aún en medio de las más duras dificultades. Dijimos que las lecciones seguirían la tónica hasta ahora empleada en otra de las series, autodidactas y autosuficientes, por cuanto uno de los temas es cubierto en una sola plática.

¿Qué es lo más importante para explicar a un ser humano? ¿Cuáles son los conceptos fundamentales a través de los cuales cada hombre y cada mujer deberían regir sus vidas? ¿Cuáles son los orígenes de sus conflictos, tanto a nivel de pareja como a nivel individual? ¿Dónde nacen los problemas del hombre, dónde está la falla, el error?, ¿dónde está la enfermedad?

Reeducación mundial.

Ha llegado el momento en que la humanidad conozca los verdaderos secretos de la felicidad. Es el momento para empezar una reeducación mundial que permita sembrar la semilla de la armonía permanente en las vidas humanas. Toda esta labor, de ninguna manera se pretende llevar a cabo en un día, o por un grupo, o siquiera por una escuela formada de muchos grupos; la labor está lejos de ser particular o exclusiva de algún grupo o discípulo, es preciso unir esfuerzos, es preciso entender que el ser humano es un ser colectivo y que se necesita trabajar en conjunto, si realmente se desean obtener los resultados más satisfactorios posibles.

La energía y la percepción.

Quisiera ordenar un poco la exposición a fin de poder entender la mecánica que seguiremos a lo largo de estas pláticas: Cuando centremos nuestra atención en el cerebro humano, observaremos que sus pensamientos son drásticamente coloreados por las emociones generadas en el área del corazón; esta área se encuentra a su vez dominada por el chakra cardíaco quien continuamente la está bombardeando de energía propia de su manifestación; es preciso entonces trabajar con esa energía que el chakra cardíaco envía continuamente hacia el corazón, esa energía es proveniente del cuerpo astral y es ahí en donde se van acumulando todas las experiencias que a lo largo de la vida una persona va pasando. Ahora bien, a su vez, la experiencia acumulada filtra la percepción que las personas tienen de las cosas por las que están pasando, y la filtra de tal forma, que el individuo observa únicamente cosas positivas o únicamente cosas negativas, el ser humano pierde la capacidad de discernimiento y la capacidad para ver las cosas imparcialmente tal como son; el ser humano las colorea, y en esa filtración, los hechos son percibidos como una confirmación de lo que sus creencias lo están obligando a ver. Podríamos decir entonces, que los mismos defectos del hombre se retroalimentan a sí mismos, gracias al papel que juegan dentro de la mente humana.

Autoobservación y autocontrol.

Para encontrar una respuesta inmediata a la pregunta de cómo es posible aplicar esto a las terapias, diremos que el ser humano debe desarrollar una nueva percepción de la vida y ésta únicamente será posible a través del trabajo continuo y consciente de la persona; la autoobservación y el autocontrol mental y conductual, son piezas claves dentro de toda terapia. Me propongo estudiar con algo de detalle este tipo de conceptos, para ir centrando las bases de lo qu







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