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La atracciуn de Tom hacia Elaine





 

Lo que ocurriу entre Tom y Elaine es tнpico de lo que sucede entre un alcohуlico y una coalcohуlica al conocerse. El se mete en problemas y ella, en lugar de ofenderse, busca una manera de ayudarlo, de disimular las cosas y hacer que йl y los demбs se sientan cуmodos. Proporciona una sensaciуn de seguridad, que para йl es una atracciуn poderosa puesto que su vida se estб volviendo inmanejable.

Cuando Elaine ingresу a las reuniones de familiares de alcohуlicos y aprendiу a dejar de encubrir a Tom, йl hizo lo que hacen muchos adictos cuando sus parejas comienzan a recuperase. Se desquitу en la forma mбs dramбtica que pudo y, dado que para cada hombre alcohуlico hay muchas coalcohуlicas que buscan alguien a quien salvar, no tardу en encontrar una reemplazante de Elaine, otra mujer que estaba dispuesta a continuar la clase de rescate que ahora Elaine se rehusaba a darle. Tambiйn se enfermу mucho mas, hasta el punto en que sus alternativas se redujeron a dos: comenzar a recuperarse o morir. Sуlo entonces aceptу cambiar.

En la actualidad la relaciуn estб intacta, debido a la participaciуn de ambos en los programas de Anуnimos, A.A. para Tom, familiares para Elaine. Allн estбn aprendiendo, por primera ven en su vida, a relacionarse de manera sana, no manipulativa.

 

CHARLES: sesenta y cinco aсos; ingeniero civil retirado con dos hijos; divorciado, vuelto a casar, y ahora viudo.

 

Hace dos aсos que muriу Helen; y finalmente comienzo a tratar de corregirlo todo. Nunca pensй que consultarнa a un terapeuta, no a mi edad. Pero despuйs de su muerte me puse tan furioso que me asustй.

No podнa dejar de sentir que querнa lastimarla. Soсaba que la golpeaba y despertaba gritбndole. Creн que me estaba volviendo loco. Finalmente reuniу el coraje para decнrselo a mi mйdico. Йl tiene mi edad y es tan conservador como yo, por eso cuando me dijo queme convenнa consultar a un profesional me traguй el orgullo y lo hice. Me puse en contacto con un terapeuta que se especializaba en ayudar a la gente a sobreponerse del dolor. Bueno, trabajamos con mi dolor y йste seguнa aflorando como ira, entonces finalmente aceptй que estaba completamente loco y, con la ayuda del terapeuta, comencй a examinar por quй.

Helen fue mi segunda esposa. Mi primera esposa, Janet, aъn vive aquн, en la ciudad, con su nuevo marido. Creo que es gracioso usar la palabra “nuevo”. Todo esto sucediу hace veinticinco aсos. Conocн a Helen cuando trabajaba para el municipio como ingeniero civil. Ella era secretaria en el departamento de planeamiento y yo solнa verla a veces en el trabajo, y tal vez una o dos veces por semana a la hora de almorzar, en una cafeterнa pequeсa del centro de la ciudad. Era una mujer muy bonita, siempre vestнa muy bien, y era un poco tнmida pero amigable. Sabнa que yo le agradaba por la forma en que me miraba y sonreнa. Creo que me halagaba un poco el hecho de que me prestara atenciуn. Sabнa que era divorciada y tenнa dos niсos, y me daba un poco de pena que tuviera que criarlos sola. Un dнa la invitй con un cafй y tuvimos una charla agradable. Dejй en claro que yo estaba casado, pero creo que me quejй demasiado por algunas frustraciones de la vida matrimonial. Aъn no sй cуmo se las ingeniу ese dнa para transmitir el mensaje de que yo era un hombre demasiado maravilloso para ser infeliz, pero salн de esa cafeterнa sintiйndome como si midiera tres metros de altura y con ganas de volver a verla, de sentirme como ella me habнa hecho sentir: apreciado. Tal vez era porque ella no tenнa un hombre en su vida y echaba eso de menos, pero despuйs de nuestra charla yo me sentнa grande, fuerte, especial.

Aъn asн, yo no tenнa intenciones de comprometerme. Nunca antes habнa hecho nada asн. Habнa salido del ejйrcito despuйs de la guerra y habнa sentado cabeza con la esposa que me habнa estado esperando. Janet y yo no йramos la mбs feliz de las parejas, pero tampoco la mбs infeliz. Nunca pensй que la engaсarнa.

Helen habнa tenido dos matrimonios y en cada uno habнa sufrido mucho. Ambos hombres la habнan abandonado y ella habнa tenido un hijo con cada uno. Ahora estaba criando sola a sus hijos, sin ningъn apoyo.

Lo peor que pudimos hacer fue relacionarnos. Sentнa mucha pena por ella, pero sabнa que no tenнa nada que ofrecerle. En aquella йpoca no se podнa obtener un divorcio solamente porque uno lo deseara, y yo no ganaba tanto dinero como para perder todo lo que tenнa. Ademбs, tendrнa que formar una nueva familia y, por lo tanto, mantener a dos. Ademбs, en realidad, yo no querнa el divorcio. Ya no estaba loco por mi esposa, pero adoraba a mis hijos y me gustaba lo que tenнamos juntos. Sin embargo, todo empezу a cambiar cuando Helen y yo seguimos viйndonos. Ninguno de los dos podнa poner fin a aquello. Helen estaba sola y decнa que preferнa tener un poco de mн a no tener nada, y yo sabнa que lo decнa en serio. Una vez que empecй mi relaciуn con Helen, no habнa forma de salir de ella sin que nadie saliera terriblemente lastimado. Muy pronto comencй a sentirme el peor de todos los bribones. Las dos mujeres contaban conmigo y yo estaba decepcionando a ambas. Helen estaba loca por mн. Hacнa cualquier cosa para verme. Cuando tratй de terminar con ella, la veнa en el trabajo y su cara triste y dulce me rompнa el corazуn. Bueno, mбs o menos despuйs de un aсo Janet se enterу de lo nuestro y me dijo que dejara de ver a Helen o me marchara. Tratй de parar pero no pude. Ademбs, entre Janet y yo las cosas ya eran muy distintas. Parecнa haber menos motivos que nunca para dejar a Helen.

Es una larga historia. Helen y yo tuvimos un romance de nueve aсos, mientras mi esposa al principio se esforzaba por mantenerme a su lado y luego por castigarme por abandonarla. Helen y yo vivimos juntos varias veces durante esos aсos hasta que Janet finalmente se cansу y accediу al divorcio.

Aъn odio pensar en lo que eso nos ocasionу a todos. En aquel tiempo, una pareja no podнa simplemente convivir. Creo que realmente perdн todo mi orgullo durante esos aсos. Sentнa vergьenza por mн mismo, por mis hijos, por Helen y sus hijos, incluso por Janet, que nunca habнa hecho nada para merecer todo eso.

Finalmente, cuando Janet se cansу y nos divorciamos, Helen y yo nos casamos. Pero en cuanto se iniciу el divorcio hubo algo diferente entre nosotros. En todos esos aсos, Helen habнa sido cariсosa y seductora, muy seductora. Claro que a mн me encantaba eso. Todo ese cariсo era lo que me mantenнa con ella a pesar del dolor de mis hijos, mi esposa, ella y sus hijos... todos nosotros. Ella me hacнa sentir el hombre mбs deseable del mundo. Por supuesto, habнamos peleado antes de casarnos, porque la tensiуn era tremenda, pero nuestras peleas siempre terminaban haciйndonos el amor y yo me sentнa mбs querido, necesitado y amado que nunca en mi vida. De alguna manera, lo que Helen y yo tenнamos juntos parecнa tan especial, tan correcto, que el precio que pagбbamos parecнa valer la pena.

Cuando finalmente pudimos estar juntos y mantener la frente alta, Helen se enfriу. Seguнa yendo a trabajar hermosa, pero en casa no se ocupaba de su aspecto. A mн no me importaba, pero me daba cuenta. Y el sexo empezу a decaer. Ella ya no se interesaba. Tratй de no presionarla, pero me resultaba frustrante. Cuando al fin me sentнa menos culpable y mбs dispuesto a disfrutar realmente estando con ella tanto en casa como afuera, ella se apartaba de mн.

Dos aсos mбs tarde tenнamos dormitorios separados. Y nuestra relaciуn siguiу asн, frнa y distante, hasta su muerte. Nunca pensй en marcharme. Habнa pagado un precio muy alto por estar con ella, їcуmo podнa marcharme?

Al recordarlo, me doy cuenta de que tal vez Helen haya sufrido mбs que yo en todos esos aсos de nuestro romance. Ella nunca supo con certeza si yo abandonarнa a Janet o a ella. Lloraba mucho y un par de veces amenazу con suicidarse. Odiaba ser “la otra”. Pero a pesar de lo horribles que fueron esos aсos anteriores a nuestro matrimonio, en ellos nuestra relaciуn fue mбs afectuosa, excitante y especial que nunca.

Despuйs de que nos casamos me sentн un fracaso total, porque por alguna razуn, ahora que habнamos dejado atrбs todos los problemas, no podнa hacerla feliz.

Con la terapia lleguй a entender mucho sobre mн mismo, pero creo que tambiйn aceptй ver algunas cosas sobre Helen que antes no habнa querido enfrentar. Ella funcionaba mejor bajo toda la tensiуn, la presiуn y el sigilo de nuestra aventura que cuando las cosas llegaron a la normalidad. Por eso nuestro amor muriу en cuanto terminу la aventura y comenzу el matrimonio.

Cuando pude ver todo esto con sinceridad comencй a recuperarme de la inmensa furia que habнa sentido contra ella desde su muerte. Estaba furioso porque el hecho de estar con Helen me habнa costado mucho: mi matrimonio, en muchos sentidos el amor de mis hijos, y el respeto de mis amigos. Creo que me sentнa enfadado.

 







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