|
RECUERDA, JUZGAS DESDE LA ZONA DE CONFORT
Independientemente de lo que sientas a la hora de conectar con tus sueños, está claro que los vas a juzgar. Como algo increíble que te apetece mucho hacer o como algo que te motiva, pero que te da un miedo que te paraliza. Lo bueno es que te des cuenta de que, al juzgarlos, lo haces desde tu zona de confort, como no puede ser de otra manera. Cuando evalúas algo, lo que haces es compararlo contra un patrón. Cuando enjuicias tus sueños ¿con qué lo comparas? ¿Y qué comparas realmente? Pues depende. En un platillo de la balanza colocas el patrón que forman tu experiencia, tus conocimientos y tus habilidades. Pero sólo los que conoces y en los que confías. Vamos, lo que has puesto en práctica y conforma tu zona de confort. Y en el otro platillo puedes poner muchas cosas. Puedes poner las desventajas. O los beneficios. O las dificultades del viaje. O lo que vas a aprender. Y debes darles a todos esos elementos la importancia que tienen, y pensar en las consecuencias de las consecuencias.
También va a influir mucho en las valoraciones desde dónde las hagas ese día (+/+, +/-, -/+ o -/-), y cuál es tu nivel de destreza actual en aprender a aprender, y en aprender a cambiar. Cuanta más experiencia de cambio acumules, más fácil te va a resultar aceptar que a fecha de hoy no tienes todas las habilidades y conocimientos que vas a necesitar para cumplir tu sueño. Incluso llegará un día en que te motive pasar por el proceso de sentirte de nuevo incompetente y disfrutes de darte cuenta de cómo aprendes. Te sugiero que practiques ahora el análisis de algunos de tus patrones de valoración para que te des cuenta de en qué tiendes a basar tus juicios, y así puedas luego decidir si quieres mantenerlos o variarlos. Eso te ayudará a auto-liderarte con más conciencia y a entender mejor tus porqués.
Piensa de nuevo en tu sueño y deja que emerjan los juicios. Los que haces a favor de salir y los que abogan por que te quedes en tu zona de confort. ¿Los tienes? Lo que te pido ahora es que los escribas.
Los juicios que hago a favor de quedarme en la zona de confort y no cumplir mis sueños son:
Lo siguiente es identificar los patrones con los que los mides. Pero es probable que no sean tan obvios. Si has escrito: «No tengo suficientes conocimientos de alemán para irme a estudiar a una universidad alemana», está claro que el patrón es el nivel de alemán que se pide en la universidad. Si piensas ahora en los próximos pasos, lo que está claro es que primero deberás comprobarlo haciendo el examen que pidan allí para saberlo y no sólo intuirlo. Si no tienes razón, está claro que el juicio era infundado. Si, en cambio, no lo superas, lo que tienes no es una razón para no cumplir tu sueño, sino hitos concretos para añadir a Tu Plan de Sueños: «Necesito aprobar el examen de acceso, y para eso o estudio por mi cuenta, o me apunto a una academia o busco un alemán por internet que cambie clases de español por clases de alemán».
WILDO: Pero ¿y si el lector ha escrito: «Soy demasiado mayor para conseguirlo?». ¿Quién ha decidido que hay una edad a partir de la cual no es posible aprender un idioma o estudiar una carrera? Los expertos en el cerebro ya han demostrado que este mantiene su plasticidad toda la vida. No es la misma que la de un niño, pero no es cierto que no se pueda aprender un idioma o lo que se quiera por la edad. WILDO: Pues a mí me daría vergüenza que me vean yendo a clase a mi edad. Sobre todo cuando todos los chavales que van a la escuela de idiomas seguro que son más jóvenes que yo. Ya. ¿Y has ido últimamente por allí? WILDO: Pues no, pero cuando iba de joven... MAYBE: Pero ese juicio se basa en una experiencia de hace más de veinte años. ¡Anda que no ha cambiado el mundo desde entonces! Y además podrías aprender en la modalidad a distancia, o con clases particulares por Skype. WILDO: Ya, pero a mí me gusta más ir a clase. Si te das cuenta, Maybe, lo que le pasa a Wildo no es un tema de edad. Es una creencia de que los jóvenes se ríen de la gente mayor si les ven haciendo algo que se supone que no les corresponde. Y lo cierto es que no sólo eso está cambiando, es que, desde ese juicio convertido en creencia, le da más peso a lo que piensen los demás que a lo que piensa él, y... WILDO: ...y de esa manera me siento víctima de la sociedad, y no asumo responsabilidad por mis juicios, creencias y decisiones. Vale, lo he pillado.
En el caso de que el criterio sea poco obvio es muy probable que se deba a que el juicio está poco definido. Debes definirlo con más precisión. Pregúntate por qué lo juzgas así. Con una respuesta concreta es más fácil identificar el patrón de medida. Y como has visto, lo siguiente es cuestionar la validez del mismo. Para que no te justifiques, es recomendable pedirle feedback a gente que respetes y que, además, te diga lo que te quiera decir, y no lo que quieres escuchar. ¿Te animas a hacerlo? Vuelve ahora a pensar en tu sueño, y deja que emerjan los juicios. Anota a continuación los que haces a favor de salir de la zona de confort.
Los juicios que hago a favor de salir de la zona de confort para cumplir mis sueños son:
Y lo siguiente es identificar los patrones que usas para medirlos. Aunque sean a favor es bueno identificarlos, no sea que te des cuenta de que tienen también poca validez. Siendo consciente de en qué fundas tus juicios y aprendiendo a juzgarlos, tendrás más herramientas para tomar decisiones que te lleven a crear el futuro que deseas.
TUS VALORES
Otro de los elementos que te van a ayudar a entender la idoneidad de cumplir un determinado sueño son tus valores. Si el proceso o la consecuencia de cumplirlo puede atentar directamente contra lo que valoras en la vida, es importante que te pares a ver si esto es realmente así. Si valoras la intimidad y la discreción, y lo que vas a hacer te va a exponer más de lo que quieres, es posible que ese no sea el sueño que toca ahora. O puede que la forma en que proyectas hacerlo no incorpore los límites que necesitas para que queden a salvo tus valores. En mi experiencia personal esto ocurre con mayor facilidad cuando empiezas a dar rienda suelta a tu imaginación. Si no contrastas con los demás qué probabilidades reales hay de que llegue a suceder eso que te imaginas, puede que estés exagerando. Los demás tampoco tienen una bola mágica, pero al menos te dan otro punto de vista. Puede ocurrir también que tu intuición sea más acertada que la de los demás. En cualquiera de los casos es bueno valorar tu sueño respecto del proceso y las consecuencias de cumplirlo. Si decides seguir adelante, asegúrate de poner los límites que necesites para avanzar con la tranquilidad que te permita disfrutar del viaje y del resultado final. A continuación te adjunto una tabla a modo de guía que puedes hacer en un folio y cumplimentar cada vez que quieras valorar los porqués de cada uno de tus sueños. Para poder rellenarla tendrás que conocer las acciones principales que planeas llevar a cabo, por lo que la describo de forma conceptual y ya la haces tú de forma concreta cuando hayas definido estos pasos. Una vez que los conozcas puedes usar la tabla de dos formas. De manera intuitiva, que es la que te recomiendo, o de forma descriptiva, que es más lenta aunque puede ayudarte a comprender mejor. La primera consiste en valorar del 1 al 5 cada acción y cada consecuencia contra el valor. Si le das un valor de 1, quiere decir que el riesgo de que esa acción atente contra eso que te importa es bajo. A medida que subes la puntuación aumenta el riesgo. Si marcas un 5, mi recomendación es que cambies la forma de conseguirlo. Si esto te ocurre con una consecuencia, lo que te sugiero es que pongas límites a esa posibilidad o incluso que decidas si esa parte del sueño merece la pena.
La forma descriptiva es más lenta. La ventaja si la haces es que te permite conocer lo que había en tu imago, pues describes con detalle para cada celda lo que crees que puede pasar. Según avances en el cumplimiento de tu sueño podrás volver a revisar la tabla y confirmar en qué medida tus predicciones eran acertadas. Así podrás ir ajustando tu imaginación.
TU MISIÓN EN LA VIDA
Es poco habitual que las personas definamos una misión en nuestra vida. Quizá sea más fácil encontrarlo en profesiones de ayuda a los demás, como médicos o misioneros. Pero lo normal es que vayas por tu vida sin haber definido una misión como tal. Decidas o no tenerla, sí te recomiendo que dediques un tiempo a conectar con tu propósito en la vida. De esta forma podrás responder con más facilidad a por qué quieres conseguir ese sueño que te planteas. O de forma más profunda, a qué quieres dedicar tu vida. Aunque como sociedad esta distinción no se suelen utilizar, en el mundo de la empresa se usa mucho junto con la de los valores y la visión. La misión es por qué se fundó la empresa, por qué existe. La visión es la concreción de la misión dentro de un tiempo; cómo se plasma esa misión dentro de unos años. Para las personas es más fácil asociar el concepto de misión con el de propósito vital, o de llamada interior. Aunque no es tan fácil de distinguir las primeras veces, si te paras a contemplar tu vida y «conectas los puntos», como decía Steve Jobs, podrás empezar a ver una temática. En una conferencia a la que asistí en Mineápolis en el congreso de Creative Problem Solving Institute en 2005, escuché una maravillosa ponencia de Mary Catherine Bateson, hija del famoso antropólogo Gregory Bateson. En ella nos habló de la llamada interior, y de cómo tras descubrirla sientes que cuentas con un destino que te guía en el camino cada vez que tienes que tomar decisiones importantes. En su libro Composing a Life [Componiendo una vida], habla también de cómo hacer una colcha de cama a base de retazos — patchwork quilt — puede servir de metáfora de cómo a lo largo de la vida vamos uniendo trozos, que de repente un día empiezan a adquirir sentido. Es más fácil que esto te ocurra a una edad más madura, pero si lo trabajas y descubres antes puede resultarte de gran ayuda. Este tema es lo suficientemente denso como para que pudiera escribir todo un libro sobre él, pero no por ello quiero dejar de proponerte que hagas una primera versión de tu misión. Considero que es uno de los ejercicios más duros que te propongo en este libro, pero también uno de los más enriquecedores.
Algún día te marcharás de este mundo, e inevitablemente antes de que lo hagas van a suceder muchas cosas interesantes en tu vida. Lejos de asustarte, confío en que vas a vivir una larga y agradable estancia en este planeta. Algunas cosas te sucederán y otras las provocarás tú; y entre ellas estarán tus sueños. Lo que hagas y dejes de hacer, lo que pienses y lo que sientas, marcará cómo habrás vivido y lo que recuerden de ti. Te invito a que encuentres un sitio tranquilo. Acuérdate de silenciar el teléfono. Cuando estés preparad@ conecta con ese día en que te despedirás de tu cuerpo. Obsérvate desde fuera, como si pudieras sobrevolar la escena. ¿Qué dicen de ti tus amigos y conocidos? ¿Y tu familia? ¿Y la gente con la que has trabajado? Ahora, escríbelo.
El día que me vaya de este mundo lo que mi familia creada dirá de mí es:
El día que me vaya de este mundo lo que mi familia de origen dirá de mí es:
El día que me vaya de este mundo lo que mis amigos dirán de mí es:
El día que me vaya de este mundo lo que la gente que trabajó conmigo dirá de mí es:
Y para terminar:
El día que me vaya de este mundo lo que yo mism@ diré con orgullo de mí es:
¿Bonito?, ¿duro?, ¿revelador? Si no lo has hecho nunca antes, las primeras veces asusta un poco. Pero poco a poco descubres que estás tomando el control o al menos la conciencia de lo que proyectas para tu vida. Al hacerlo imagino que te habrás dado cuenta de qué es importante para ti, en qué estás poniendo ahora tu tiempo y energía. Habrás tomado conciencia de aspectos fundamentales de tu vida. Y lo que te recomiendo es que lo pongas en perspectiva. Recuerda que cambiar cosas implica un proceso, y este lleva su tiempo. Lo bueno es que con la ayuda de este libro, y sobre todo, con tu determinación y trabajo vas a poder diseñar la forma en que empieces a cambiar tu vida. Por otra parte es necesario canalizar esa energía, dándole una dirección para que te lleve a donde tú quieres. Lo bueno es que tu futuro aún no ha ocurrido, y haciendo estos ejercicios estás aprendiendo a provocarlo. Ahora que has acumulado esa energía, te invito a que completes las frases que te propongo más abajo. Antes de hacerlo busca de nuevo un sitio tranquilo en el que no te interrumpan. No pienses en las respuestas, deja que surjan. Si no te sale una, pasa a la siguiente. No es un examen. Recuerda que puedes hacer el ejercicio en el libro o en Tu Plan de Sueños.
Las palabras que emergen cuando pienso en mis cualidades como ser humano son:
Lo que me apasiona en la vida es:
La gente me ve feliz cuando:
Pierdo la noción del tiempo cuando:
Me piden ayuda fuera y dentro del trabajo en temas que tienen que ver con:
Las causas sociales que me inspiran son:
Las lecciones de vida que he aprendido y que contaré a mis nietos son:
Mis prioridades en la vida son:
Para terminar, añade la visión que tienen de ti aquellos que te conocen. Esta última frase tiene que ver con las cualidades que los demás ven en ti. Si no has hecho nunca un ejercicio similar, diles a algunos amigos y familiares lo que estás haciendo, y pídeles que te digan sólo lo que les gusta de ti. Nada de lo que no les gusta. Eso no te hace falta ahora.
Lo que los demás aprecian en mí es:
Ahora, ya tienes mucho material acumulado: tus valores personales, los sueños que has listado, la visualización del día en que tus seres queridos te despidan, además de las respuestas que acabas de escribir. La definición que hagas contestará a preguntas como: ¿qué recuerdos quiero dejar en los demás cuando me vaya?, ¿qué impacto quiero haber logrado incluso en aquellos a los que no conozco?, ¿qué me hará feliz haber hecho en, y con, mi vida? Con todo esto escribe a continuación tu misión personal. Concéntrate en ponerla en el papel, y no en lo hilvanada que salga. Deja que fluyan las ideas. Si lo prefieres, escríbela primero en un papel antes de transcribirla aquí, o si lo haces en Tu Plan de Sueños, ya sabes que la puedes escribir y reescribir tantas veces como quieras.
Mi misión personal es:
¡Genial! ¡ Habemus misión! Ahora que ya tienes tu misión personal, debería resultarte más fácil comprobar si los sueños que te planteas están alineados con ella y si tiene sentido salir de tu zona de confort. Y como te decía antes, esta es tu primera versión. A medida que vayas avanzando en el libro y en tu día a día, surgirán cosas que querrás modificar. Hazlo sin problema. Es tu misión y es tu vida. Te sugiero que pongas la definición de tu misión en algún sitio donde la veas con cierta frecuencia, por ejemplo junto al mandala. Ambas te ayudarán a mantener el foco, y a subir tu energía esos días que estés de bajón.
LOS CUATRO CUADRANTES
Para confirmar en más detalle qué sentido tiene para ti poner en marcha este primer sueño que has elegido, te propongo que le apliques la matriz de los cuatro cuadrantes.
Lo malo de NO cumplir el sueño que me he propuesto es:
Lo bueno de NO cumplir el sueño que me he propuesto es:
Lo malo de cumplir el sueño que me he propuesto es:
Lo bueno de cumplir el sueño que me he propuesto es:
Si los beneficios de cumplirlo superan con creces las desventajas, lo normal es que sigas adelante. En el caso contrario, mi sugerencia es que lo dejes en stand-by. Puede que te falte información para ver más ventajas, o tal vez sea mejor dejarlo pasar. Pero no seas demasiado rápid@ con el gatillo. Si deseas seguir adelante, estarás reduciendo la tensión creativa y aumentando la tensión emocional. Y esto ocurre porque este feedforward que has escrito habrá generado un feedback imaginado. Imaginado porque mientras no pongas en marcha las acciones para lograrlo, no tendrás feedback real. Lo curioso es que, aun siendo imaginado, es muy probable que lo vivas como muy auténtico. Lo que estás experimentando son los beneficios y las pérdidas que intuyes que van a ocurrir. Toda acción implica un beneficio y una pérdida. Ganas algo nuevo y dejas algo conocido detrás. Para que te resulte más fácil el análisis, lista aquí tus posibles pérdidas. Ojo, no tienes por qué vivir los tres tipos de pérdidas.
Las pérdidas simbólicas que intuyo que ocurrirán cuando salga de mi zona de confort para cumplir mi sueño son:
Las pérdidas psicológicas que intuyo que ocurrirán cuando salga de mi zona de confort para cumplir mi sueño son:
Las pérdidas físicas que intuyo que ocurrirán cuando salga de mi zona de confort para cumplir mi sueño son:
Y lo que te queda para reducir ahora la tensión emocional es decidir cómo vas a compensar esas posibles pérdidas si finalmente ocurren. Por ejemplo, si una de las pérdidas intuidas es que vas a ser menos competente, algunas formas de compensación pueden ser: leerte un libro, apuntarte a un curso o buscarte un mentor. Lo que te propongas, y hagas cuando toque, minimizará esta tensión. Esto ayudará a que tu motivación salga victoriosa frente a tus miedos.
Voy a compensar mis pérdidas simbólicas haciendo:
Voy a compensar mis pérdidas psicológicas haciendo:
Voy a compensar mis pérdidas físicas haciendo:
¡Muy bien! Bueno, deben quedarte pocos porqués por identificar ya. Sin embargo, puede que este análisis aún no sea suficiente para ti. Si te falta algo, encontrarás las respuestas en el apartado siguiente.
¿Y SI NO TENGO LOS RECURSOS NECESARIOS?
Bueno, que yo sepa, ahora mismo cuentas con los que necesitas. Y me explico. Como aún no has decidido cómo lo vas a hacer, tampoco tienes un plan. Y sin plan no hay acciones, ni tampoco necesidad de tener definidos todavía tus recursos ni cómo los vas a conseguir. Los recursos que de verdad necesitas en este momento, ya los tienes. Cuentas con los dos más importantes para conseguir cualquier sueño: tu tiempo y tu cerebro. El uso que hagas del segundo te ayudará a gestionar el primero.
WILDO: No estoy de acuerdo contigo en que todo el mundo tiene tiempo. ¿Cómo que no? ¡Todo el mundo tiene veinticuatro horas al día! WILDO: ¡Sí, ya! Pero no tiene tiempo para dedicarse a cumplir sus sueños. ¡Ah ya! ¿Y por qué crees que no tienen tiempo para eso? WILDO: Bueno, pues ya sabes, porque tienen mucho lío en el trabajo, o con los niños, ¡vete tú a saber! Sí tienes razón. Hay momentos en la vida en los que puede no tener sentido plantearse determinados sueños, pero ¿de verdad crees que eso siempre es así? WILDO: Hombre, me imagino que podrá cambiar. ¿Podrá cambiar o podrá cambiarlo la persona? WILDO: ¡Puf!, pues a veces creo que la persona no puede. Sí. Eso es lo que a veces nos parece. ¿Te acuerdas de que las personas siempre juzgamos desde nuestra zona de confort? WILDO: Sí, ¿y? Pues a veces lo hacemos no sólo desde nuestra zona de confort, sino atendiendo de forma exclusiva a lo que nos pasa en una época de nuestra vida. Yo también recuerdo cierta época de mi vida en la que apenas si dormía seis horas diarias, todas las mañanas pasaba una hora y media en el tráfico de camino al trabajo, salía tarde de la oficina y lo viví como un infierno. WILDO: Y ¿qué pasó? Pues que me planteé un sueño que estaba dentro del alcance de mis posibilidades. WILDO: ¿Cuál? Cambiar las instalaciones de la empresa de sitio. Sabía que la única manera de justificar a mis jefes en la central tal cambio era haciendo que se nos quedaran pequeñas. Lo hablé con mi equipo, nos pusimos un objetivo muy ambicioso, y en dos años conseguimos hacer que fuera necesario cambiarnos a una zona de la ciudad en la que casi toda la gente de la empresa tardaba menos en llegar que antes. Y a partir de ese momento empecé a tener más tiempo. WILDo: Ya, pero eso porque eras el jefe. Sí, por eso te he dicho que me planteé algo dentro de mis posibilidades. Pero, de no haber sido así, podría haberme planteado el teletrabajo, entrar más tarde o también me podría haber cambiado de trabajo. WILDO: Ya, qué fácil es decirlo. Consigues lo que crees que puedes conseguir. Acuérdate de la importancia de las creencias. En mi opinión lo difícil es dejar de etiquetarlo como «fácil» o «difícil». Y para eso el secreto es creer que vas a poder conseguirlo, a pesar de cómo puedas juzgarlo en ese momento. Ésta es una de las habilidades que te recomiendo que desarrolles. MAYBE: Hola, ¿qué tal? ¿Qué dices de desarrollar? WILDO: Hola, Maybe. Nada, Matti que me está explicando cómo consiguió pasar de no tener tiempo para cumplir sus sueños, a tenerlo. MAYBE: ¿Ah, sí?, ¿cómo? A mí eso me interesa, porque tampoco tengo tiempo. Hola, Maybe. Le dejo a Wildo que te lo cuente él más tarde. Pero te propongo un desafío. Maybe: Vale. Te propongo que escribas un libro tirando de tu experiencia. MAYBE: Sí, claro. ¿No te he dicho que no tengo tiempo? ¿Podrías dedicar un rato cada día a escribir una única hoja de ese libro? Maybe: ¡Pues no sé de dónde iba a sacar el tiempo! ¿De ver la tele media hora menos cada día? ¿O de levantarte media hora antes cada mañana? MAYBE: ¡Es que me da una pereza sólo de pensarlo! Es lo que tiene cumplir tus sueños. Que tienes beneficios, pero ¡también pérdidas! Eso sí, puedes negociar contigo misma qué homenaje te vas a dar por ese «sacrificio», y luego podrás disfrutar de haber escrito tu libro, una página cada día. MAYBE: Pues puesto así, la verdad es que me motiva. WILDO: ¿Y sólo vas a escribir una página al día? ¡Qué birria! Ése es el truco. En cuanto se ponga y le coja el gusto empezará a escribir más de una por día, y en pocos meses verá que la falta de tiempo, que le servía de excusa para no salir de la zona de confort, se ha esfumado. MAYBE: ¡Eso es trampa! No. Eso sólo es cambiar tu feedforward de «no tengo tiempo» a «tengo tiempo para una página diaria». Cuando te pones a ello, te das cuenta de que lo que te frenaba no era tu falta de tiempo, sino tu forma de verlo y cómo lo usabas para otras cosas que ahora has dejado de hacer. WILDO: O sea, que ¿si me paso el día diciendo: «no tengo tiempo», «voy pillado», voy a hacer eso de la profecía autocumplida? Me encanta cuando haces esas conexiones. MAYBE: Ya, pero sólo por decirlo el tiempo no aparece sólito. No de forma inmediata. Y no aparece, lo liberas tú. Pero si a tu inconsciente le mandas el mensaje «quiero tiempo libre para cumplir mi sueño y lo voy a encontrar», ¿qué crees que pasará? MAYBE: ¿Qué lo encuentra? Eso es. No será algo inmediato, pero poco a poco irás cambiando en lo que te fijas, lo que haces, lo que dejas de hacer..., lo que crees.
Las creencias limitantes pueden estar actuando en tu inconsciente para que creas que no tienes tiempo, que no vales para conseguirlo, que es muy difícil. Son juicios que haces para seguir en la zona de confort. Tienes tiempo porque estás viv@, y, aunque igual no te lo parece ahora, puedes cambiar a qué lo dedicas. Tal vez no a corto, pero sí a medio plazo. ¿No te lo crees? Piénsalo. Si estás trabajando y te despiden, de repente tienes tiempo, ¿no? Pues ahora que estás trabajando decides que dentro de un tiempo, cuando tú lo consideres oportuno, vas a «despedirte» una hora al día de las obligaciones actuales. De repente empezarás a contar con tiempo para cumplir tu sueño.
PLAN A, PLAN B, PLAN C..., PLAN J
Aunque este punto lo trato en detalle a partir del Capítulo 9 en adelante, quiero adelantarte que una de las mejores formas de gestionar las pérdidas físicas —o riesgos— que intuyas es haciendo un feedforward suficientemente amplio y a la vez sensato. Algo parecido es lo que en Shell, la empresa holandesa, han convertido en un arte al que llaman Scenario Planning, o planificación de escenarios. Resumiéndolo mucho, esta técnica consiste en definir posibles escenarios de lo que puede pasar, decidir cuáles son los que parecen más probables y crear una estrategia para cada uno. En el caso de que lleguen a ocurrir no te pillarán «fuera de juego». Otra forma de definirlo es tener varios planes alternativos por si te falla el principal. Pero eso lo vamos a ver más adelante en detalle. Sólo quería contártelo ahora para aliviar parte de la tensión que has podido sentir al pensar en por qué arriesgarte a salir de tu zona de confort.
Живите по правилу: МАЛО ЛИ ЧТО НА СВЕТЕ СУЩЕСТВУЕТ? Я неслучайно подчеркиваю, что место в голове ограничено, а информации вокруг много, и что ваше право... Что делать, если нет взаимности? А теперь спустимся с небес на землю. Приземлились? Продолжаем разговор... Что вызывает тренды на фондовых и товарных рынках Объяснение теории грузового поезда Первые 17 лет моих рыночных исследований сводились к попыткам вычислить, когда этот... ЧТО И КАК ПИСАЛИ О МОДЕ В ЖУРНАЛАХ НАЧАЛА XX ВЕКА Первый номер журнала «Аполлон» за 1909 г. начинался, по сути, с программного заявления редакции журнала... Не нашли то, что искали? Воспользуйтесь поиском гугл на сайте:
|