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ENTENDIENDO NUESTRO POTENCIAL





 

Es normal que aún no nos hayamos dado cuenta de nuestro potencial. Sobre todo porque desde pequeños, al menos en España, nos han invitado a creer que el talento es cuestión de suerte, de tener los boletos correctos en la lotería genética o de ir a los mejores colegios. Lo que no nos imaginábamos era que nuestros cerebros son capaces de ayudarnos a conseguir todo aquello que creemos. Y eso incluye cumplir tus sueños más maravillosos.

¿Qué tiene de malo soñar si luego haces lo que toca para conseguirlo? Lo malo sería que te dedicases a soñar y luego no hicieras nada. Pero el hecho de soñar en sí, es decir, usar la imaginación para ver en la mente lo que puede llegar a ser, no es malo. ¿Cómo crees que los ingenieros y los arquitectos conciben sus proyectos?

 

 

MAYBE: Oye Matti, ¿eso es lo mismo que la visualización que hacen los atletas?

Eso es, Maybe. A menudo los atletas antes de llevar a cabo su salto, su carrera, ensayan en su mente cada movimiento. Cuanto más repitas una secuencia mentalmente, más entrenas a tus neuronas. A base de repetición, la secuencia va quedando grabada en tu cerebro, vas creando patrones y la ejecución ocurre finalmente casi de forma automática. Evidentemente no basta con la repetición mental. Luego tienes que hacer la acción física para que puedas obtener el feedback de la realidad.

MAYBE: Pero ¿el aprendizaje a la edad madura es igual?

Parece que no, que en la infancia es mucho más fácil, pero no te imaginas lo bien que me lo paso dándome cuenta de cómo mi cerebro se engancha a los patrones nuevos. Antes me cabreaba por sentirme incompetente. Ahora me divierte porque más o menos entiendo cómo funciona el cerebro en ese sentido. Y eso me ayuda a salir de mi zona de confort.

 

 

¿Te puedes imaginar cómo va a influir en el mundo que miles, cientos de miles, millones de personas empiezan ya a darse cuenta de su potencial? Estamos por fin llegando a una época en la que la sociedad poco a poco está pasando de estar en el nivel de pertenencia de la pirámide de necesidades de Maslow, al nivel de autoestima.

La mayor madurez emocional de la sociedad, el nuevo posicionamiento de la mujer en un mundo en el que las emociones empiezan por fin a comprenderse y, en definitiva, los progresos de la sociedad occidental están empezando a hacer posible que estemos pasando de un paradigma basado en el miedo y el control, a otro de confianza. De uno de relaciones +/-, o win / lose, a otro de +/+/+, o win / win / win. Y esto está ya empezando a ser posible por el incremento brutal de la autoestima de las personas. Por eso se está convirtiendo en un tema de tanta actualidad tanto en las redes sociales como en las librerías. Estoy seguro de que hace diez años el contenido de nuestro vídeo no habría provocado la espectacular reacción que generó desde que lo lanzamos a finales de noviembre de 2012. Y esto está siendo posible porque cada vez entendemos mejor cómo funciona no sólo el cerebro, sino la mente también. Y aquí se combina el conocimiento de la neurociencia, con la psicología e incluso el coaching.

 

¿QUÉ ES UN BOS?

 

Como es probable que sepas, en inglés la palabra BOSS (escrita con dos eses), significa «jefe». En el caso de que seas autónomo, estés estudiando o no estés trabajando, es muy probable que el título de este apartado te haya resultado provocador.

«A mí me da igual. Yo no tengo un BOSS.»

Pues sí, sí que lo tienes. Pero con una sola «s». Tienes, como todos, un BOS, que son las iniciales de Brain Operating System. Estamos hablando de tu mente, y más concretamente de tu personalidad.

Este BOS es una etiqueta que te propongo basándome en mi experiencia en un campo multidisciplinar, que estamos creando desde nuestra empresa como una evolución de la consultoría. Nosotros nos involucramos con un cliente, y no sólo le ayudamos a diseñar una nueva cultura y una nueva estrategia, sino que nos quedamos con él hasta que las implementa a base de proyectos. Y esto es lo mismo que pretendo al ayudarte con tus sueños. Acompañarte en el camino hasta que los cumplas. Eso sí, siempre que te comprometas.

Bueno pues el BOS es el sistema operativo que empieza a instalarse el día de tu nacimiento y está listo hacia el final de tus estudios formales. Lo habitual es que no te plantees si es o no actualizable. Y no es sólo que puedas instalar algunas mejoras, sino que podrías revisar una gran parte de su programación.

Piensa por un momento cuándo fue la última vez que invertiste dinero, o incluso tiempo en asistir a un evento destinado a actualizarte. Y me refiero a uno que te interesara, ¡no a la última reunión de la empresa para explicarte un nuevo procedimiento!

 

 

Escribe a continuación la fecha de la última vez que asististe a esa sesión en la que aprendiste algo que te haya sido útil en tu vida a la hora de cumplir sueños, o al menos objetivos.

 

Fecha:...../...../.....

Lo que aprendí en ese último evento fue:

 

 

La penúltima parte de este ejercicio consiste en escribir cuántas horas crees, así, a bote pronto, que has invertido en tu formación una vez acabados tus estudios formales.

 

Tiempo:................

 

Y por último quiero que escribas cuánto dinero inviertes regularmente en ti, como porcentaje de tus ingresos, de cara a mejorar tu BOS, y por tanto a cumplir tus sueños.

 

Porcentaje de ingresos:........ %

 

¿YA CONTESTASTE?

 

El objetivo de este ejercicio no es que te sientas mal. Bueno, un poco sí. Si no hay algo, o alguien, que te incomode, es muy probable que no quieras cambiar nada. O dicho de otra manera, que no quieras salir de tu zona de confort, ni aunque sea para cumplir tus sueños.

Ahora habiendo contestado las preguntas puede que te sientas feliz con lo que has escrito, o que te des cuenta de que no estabas responsabilizándote de la actualización de tu BOS. Y eso para mí es otra forma de decir que no estabas invirtiendo lo suficiente o incluso nada en tu capacidad de cumplir tus sueños. Pero lejos de sentirte mal, deberías estar más feliz que antes. Antes vivías creyendo que esto no dependía de ti y que la «culpa» era de los demás. Ahora ya sabes, que no es un tema de culpa, sino de la responsabilidad que te toca asumir. Por duro que sea.Y esto es a lo que yo en coaching llamo: «tragar sapos».

 

 

Como no sé si eres de las personas que invierte mucho o poco en su desarrollo, voy a hablarte como si estuvieras en la media.

 

Nota para ti: Si estás por debajo de la media, multiplica lo que te diga a continuación por 2. Si estás por encima, multiplícalo por 0,5.

 

Mi experiencia me dice que la mayoría de la gente vive una vida en la que es más fácil quejarse de lo que le pasa que hacer algo con lo que le pasa. Y lo entiendo. Pero no lo comparto.

Lo entiendo porque si estás leyendo este libro y te has criado en España, es fácil que no te hayan dado patrones para convertir la queja en algo más útil. Vamos, que no habrás estado en entornos familiares o profesionales en los que la gente decía con entusiasmo y ganas: «¡Esto no es un problema! ¡Esto es una oportunidad para mejorar! A ver, vamos a sentarnos y a analizar qué ha provocado el problema, entender por qué ha pasado por si en el futuro podemos evitar que vuelva a ocurrir, y vamos a poner en marcha la solución que saque lo mejor de nosotros mismos y demostrarle al mundo de lo que somos capaces. ¡Seguro que podemos hacerlo!».

Lo normal no es eso. O no era eso.

El entorno del que venimos, España, salvo honrosas excepciones, ha sido uno de miedo y control, donde la gente estaba acostumbrada a desconfiar, a culpar, a escaquearse y desde luego a no asumir la responsabilidad. Y claro, los sistemas operativos que se creaban así en las cabezas de la gente empezaban ya con unos cuantos fallos.

En el caso de que te hayas criado en Latinoamérica, imagino que el contexto no habrá variado mucho. Lo que sí puede haber cambiado, tal como me comentaba hace poco un empresario chileno, es la actitud. Según me decía, en Latinoamérica existe mucho la cultura de «I wanna be first» (Quiero ser el primero). Y como seguía contándome, la crisis permanente en la que ha estado esta zona del mundo durante prolongados periodos de tiempo ha hecho que la crisis deje de ser algo que tener en cuenta, y el buscarse la vida se haya convertido en una segunda naturaleza. Quizá lo que sí compartimos desde ambos lados del Atlántico es la baja autoestima que no ayuda a tener una buena imagen de uno mismo.

Pero sea cual sea el caso, te invito a que remates el ejercicio en positivo y te plantees nuevos objetivos. Si cuentas con acceso a una biblioteca pública, a coaching (social o de pago), a clases en centros culturales o a internet, no tienes excusa. Es posible que tengas poco tiempo disponible, pero recuerda que puedes proponerte los objetivos para dentro de tres meses, o cuando aún no tengas nada programado. Si cuentas con poco dinero, en internet tienes acceso a webinars gratuitos, a artículos, a blogs, e incluso a libros. Como dicen en inglés, «If there is a will, there is a way». Si hay voluntad, siempre hay un camino.

 

Me comprometo a actualizar la versión de mi BOS regularmente a partir de:

 

Fecha:...../...../.....

 

Los apartados sobre los que quiero aprender más son:

 

 

El porcentaje de mis ingresos y el número horas que quiero invertir de cara a mejorar mi BOS, y por tanto a cumplir mis sueños, es:

 

Número de horas al mes:...............

 

Porcentaje de ingresos:................ %

 

¿DE QUÉ ELEMENTOS SE COMPONE EL BOS?

 

Para empezar a actualizar tu Brain Operating System necesitas tener claro cuáles son los principales elementos sobre los que puedes influir. A continuación he incluido un listado seguido de una breve descripción que te ayudará a entender cuáles son y cómo desarrollarlos.

 

Actitud

 

Es la forma en que te presentas ante la vida. Cómo afrontas la realidad. En Análisis Transaccional lo llamamos la posición existencial. Existen tantas formas de clasificar la actitud como uno quiera inventarse, pero yo suelo recomendar la basada en cómo estás tú en relación con los demás. Esta forma de clasificarlas da lugar a cuatro posibilidades:

 

• «Yo estoy bien, tú estás bien», o +/+. Me acepto y te acepto, aunque no comparta lo que pienses, sientas o hagas.

• «Yo estoy bien, tú estás mal», o +/-. Me acepto, pero no te acepto, y por tanto te considero inferior.

• «Yo estoy mal, tú estás bien», o -/+. No me acepto, pero sí te acepto a ti, y por tanto te considero superior.

• «Yo estoy mal, tú estás mal», o -/-. Ni me acepto ni te acepto, y por tanto esta vida no merece la pena.

 

Como puedes imaginar, la posición desde la que necesitamos operar es desde la primera, +/+. Y lo normal es que funciones habitualmente desde ahí. Sin embargo bajo estrés es fácil que entres en alguna de las otras posiciones. Además en nuestro Modelo de Auto-Liderazgo hablamos de una derivada de la primera a la que llamamos +/+/+. Cuando estás operando desde ella, decimos que tienes una actitud de respeto y compasión hacia ti y el otro, y hacia todo el mundo en general.

 

 

Reflexiona sobre la actitud con la que sueles enfrentarte al día a día y observa si la cambias dependiendo de con quién estés. Lo normal es que te des cuenta de que hay gente con la que te cuesta mantenerte en la actitud +/+. Una vez que identifiques a una o dos personas con las que te pasa, comprométete a relacionarte con ellas desde la posición +/+. La forma de hacerlo es buscar los aspectos positivos de su forma de hacer. Si no los encuentras, probablemente estés poniendo el foco en su comportamiento desde tu posición +/-.

 

Valores

 

Los valores son aquellos aspectos de la interacción con los demás a los que das más importancia en tus relaciones. Se transmiten habitualmente de padres a hijos, y suelen ser característicos de la cultura del país en el que se vive. Cuando dos personas tienen valores diferentes, no dan el mismo peso a las mismas cosas, y esto hace que les cueste ponerse de acuerdo. Especialmente porque las decisiones que cada uno toma, y los comportamientos posteriores, emanan de sus valores.

 

 

Para identificar tus valores, te invito a que visites la web de uno de nuestros partners, Barrett Values Centre, y hagas el cuestionario de valores personales gratuito que ofrecen en: <http://bit.ly/ValoresPersonales>.

 

Creencias

 

Las creencias son juicios que das por hecho sobre ti mismo@, los demás o la realidad en general. Con esto me refiero a que en algún momento hiciste una valoración sobre una cualidad tuya, por ejemplo la calidad de tu voz, y no has vuelto a cuestionarla. También puede ser que el juicio tenga que ver con la forma de ser o de hacer de un conocido o un familiar. O sobre cómo es la vida, la sociedad, etc. Y al no volver a cuestionarla no te estás dando la oportunidad de comprobar si aquel juicio sigue siendo válido.

Si ese juicio se ha convertido ya en creencia, no sabrás ver evidencias que le lleven la contraria. Por eso decimos que los juicios son las gafas a través de las cuales vemos la realidad. Muchos de los juicios que dan lugar a lo que llamamos creencias limitantes se hacen desde posiciones existenciales +/- o -/+. Una creencia limitante es aquella que te frena a la hora de conseguir lo que quieres. Por el contrario una creencia poderosa es aquella que te ayuda a conseguir lo que te planteas.

 

 

Haz una lista de todo lo que piensas o crees sobre el dinero. Es importante que te permitas escribir todo lo que se te ocurre, no hagas ninguna valoración a medida que vas anotándolo. Cuando más deprisa lo escribas mejor. Y no repases lo escrito. No importa si escribes lo mismo dos veces.

 

Nota: no te dejo hueco en el libro, ya que lo normal es que rellenes como mínimo una hoja entera, incluso por ambas caras.

 

Una vez que tengas la lista, lo que toca ahora es identificar cuáles de las cosas que has escrito limitan tu capacidad de conseguir dinero, y cuáles te ayudan. Escribe una «L» al lado de las limitantes, y una «P» junto a las poderosas. Lo siguiente es decidir cuál es la creencia limitante que quieres cambiar, si es que quieres cambiar alguna. Si no quieres cambiar ninguna, puede ser porque ya tienes todo lo que necesitas, o porque tienes una creencia limitante tan poderosa que no te permite ni hacer el ejercicio. En ese caso, busca otro tema, por ejemplo, la salud, el amor, los amigos, la familia. El caso es que elijas uno que te permita hacer el ejercicio y descubrir cómo influyen las creencias en tu forma de ver la vida.

Lo último que te falta es darle la vuelta a la vieja creencia y buscar evidencias en tu día a día que refuercen la nueva creencia. Es decir, si una de tus creencias limitantes era por ejemplo: «Tener dinero te hace miserable como persona», una nueva creencia poderosa sería: «Puedo tener el dinero que quiera y vivir una vida feliz». Lo importante es que la nueva creencia resuene dentro de ti y te sientas bien al pensar en ella. Eso sí, mantén el ejercicio en marcha hasta que notes que la nueva creencia está consolidada en tu mente, a base de recoger evidencias que la refuercen.

 

Feedforward

 

Esta es una de las habilidades menos conocidas del Brain Operating System, que además no tiene una etiqueta clara en castellano. Del inglés hemos tomado prestada la palabra feedback, que hoy en día utiliza tanta gente en el mundo de la empresa que pocas veces nos cuestionamos si todos la conocemos. Por si acaso, una aclaración breve. El feedback es la respuesta que damos ante el comportamiento de otra persona. Bueno, pues el feedforward es la acción previa a que hagamos algo, que podría decirse que complementa el feedback. Esto es, la previsión que hace nuestro Brain Operating System de lo que vamos a hacer, antes de que ocurra. Un ejemplo se da cuando dices: «Hoy va a ser un día maravilloso». Y luego va y ocurre. Lo que has hecho es decirle a tu inconsciente: «Fíjate en todo aquello que pueda hacer que hoy sea un día maravilloso y ayúdame a conseguirlo». Si, en cambio, te imaginas que «hoy va a ser un día complicado y no lo voy a disfrutar», lo que le estás diciendo a tu mente y cerebro es: «Fíjate en todo aquello que pueda hacer que hoy sea un día complicado y ayúdame a que no lo disfrute». Es posible que te cueste aceptar que esto es así. Cuando alguna de tus amigas se quedó embarazada, ¿no te diste cuenta de que de repente había más embarazadas? ¿O es que en realidad había las mismas, pero te fijabas más? Por eso es tan peligroso pensar todo el día en que puedan ocurrirte cosas negativas. Y por eso los gafes se refuerzan a sí mismos.

 

 

Registra cada día, aunque sólo sea mentalmente, las veces que te das cuenta de que tu sueño está en tu feedforward, las veces que tu sueño está en tu radar. Una forma buena de hacerlo es creando lo que hoy en día llaman un moodboard, o tabla motivacional. Esto es un póster creado por ti, con imágenes que te motiven y que estén relacionadas con tu sueño. Si trabajas con el ordenador puedes ponerla como fondo de pantalla, en tu taquilla del gimnasio o en el frigorífico de tu casa.

 

Formas de pensar, sentir y actuar

 

A priori, todas las funciones que desarrolla el cerebro que influyen en las cosas que consigues en la vida son parte del Brain Operating System. En qué te fijas, qué sentidos utilizas para observar la realidad, cómo de desarrollados los tienes, cómo la clasificas, cómo te pones en marcha. De forma abreviada son las formas en las que piensas, sientes y actúas. Cada persona realiza estas macrofunciones de distintas maneras en función de su actitud y sus valores, de lo consciente que es de sus necesidades, de sus creencias y de su feedforward.

Este apartado por sí solo ha llenado miles de libros, y enfocados desde distintos puntos de vista. Uno de los más comprensibles y acertados que he encontrado a lo largo de mi vida ha sido el Análisis Transaccional. Algunos conceptos como la posición existencial o el contrato son términos transaccionalistas. En mi libro Hacia un nuevo paradigma hay bastante material enfocado desde el punto de vista de la empresa. Y si prefieres leerlo novelado, te recomiendo el último de mi amigo Juanma Opi, Los fundamentos de la energía positiva.

Según Eric Berne, fundador de esta potente rama de la psicología, la personalidad está formada por tres entidades. La que recoge lo que aprendemos y copiamos de nuestros mayores, que se llama el Estado del Yo Padre. En ella almacenamos las formas de pensar, sentir y actuar que vimos hacer a nuestros progenitores. La que recoge lo que vivimos y experimentamos en nuestro interior, y que hoy se sabe que está más influida por los seis-siete, primeros años de vida, y que se llama el Estado del Yo Niño. En ella almacenamos las formas de pensar, sentir y actuar que hemos acumulado desde la infancia. Y finalmente está la que incluye los pensamientos, las emociones y los comportamientos que ocurren en el aquí y ahora como respuesta al presente, que se llama el Estado del Yo Adulto. El uso del Padre, Niño o Adulto, en función de la situación, tiene una gran influencia en la facilidad o en la dificultad que tengas para conseguir tus sueños.

 

 

Reflexiona sobre los Estados del Yo que te he contado y anota en Tu Plan de Sueños, o en tu cuaderno de trabajo, los pensamientos, las emociones y los comportamientos de tu pasado que te han ayudado a conseguir logros, y los que te hayan frenado a la hora de lograr algo que querías. No importa a priori si los mezclas. Lo que te pido es que empieces a tomar conciencia de qué aspectos de tu Estado del Yo Padre, o de tu Estado del Yo Niño, intuyes que han estado involucrados en tu pasado en la consecución de tus metas.

 

Estado del Yo Padre:

 

 

Estado del Yo Niño:

 

 

Formas de gestionar el feedback

 

Aún no hemos llegado a comprender del todo la importancia que tiene el feedback que damos a otros y el que recibimos. Porque, en el fondo, tu realidad es tu feedback. Lo que te ocurre tiene que ver con lo que piensas, sientes y haces. Tiene que ver con lo que pones en tu radar. Con lo que crees acerca de ti, de la vida y de los demás. La información siempre está ahí fuera. Esto puede ser duro de aceptar, y puedes preferir creer que lo que te ocurre es tu destino. Bueno, es una opción. Pero esta alternativa no te coloca como protagonista de tu vida. Por otra parte está claro que tú no haces que los demás hagan las cosas que luego provocan esa realidad. Pero sí haces para estar o no en ella. Y me refiero a estar o no en ese momento, en esa empresa; y lo que creas, lo que esperes, lo que hagas, estará influyendo. Por eso te invito a que pongas cariño a la hora de dar feedback a la gente, sabiendo cómo influye en su realidad.

 

Un nuevo aprendizaje importante en este sentido es que aprendas a gestionar el feedback que no te gusta, de forma que te ayude a conseguir lo que quieres. Cuando esto ocurre tienes tres posibilidades básicas:

 

Ignorar la información que te proporciona el feedback. A veces es lo que toca, pero hay que tener claro que, al hacerlo, pueden ocurrir cosas que no te beneficien. Puede que no estés asumiendo que lo que ocurre tiene que ver con una decisión o acción tuya.

Sentirte víctima. Es cierto que a veces somos víctimas reales de circunstancias ajenas. Pero si el sentimiento es constante, como cuando estás en un trabajo o una relación que no te gusta, fíjate a ver si eres una víctima del comportamiento de los demás, o si eres más bien tú quien no toma las decisiones que deberías.

Aprender y cambiar. Ésta es la opción que menos gente emprende, pero la que más ayuda a cumplir los sueños. A veces no toca aprender cuando estás siendo la víctima real de un evento. Pero pasado un tiempo prudencial, eres tú quien debe decidir cómo te quieres seguir sintiendo en adelante. Y sobre todo asumir la responsabilidad, la accountability, sobre tu vida, y decidir aprender. ¿Qué vas a aprender de tu pasado, y qué vas a hacer diferente?

 

 

Recuerda la última vez en la que te sentiste víctima. Imagínate que eres un guionista de cine, y te toca poner en un guión lo que pasó aquel día. Piensa en cuáles fueron los eventos que llevaron a que eso ocurriera, quiénes estuvisteis involucrados, y cuáles fueron las acciones que cada uno llevó a cabo. Ahora fíjate en tus acciones, y plantea al menos tres acciones alternativas que probablemente habrían provocado otros resultados. Practicando esto con regularidad, aprenderás a hacerlo cada día un poco antes. Con la práctica, ya no te sentirás víctima.Te sentirás protagonista.

 

Hábitos

 

Los hábitos son comportamientos repetitivos que realizas de forma casi automática. Como el de sentirte víctima o protagonista. Cuando hablamos de hábitos la gente suele pensar en el de fumar. O en el de beber alcohol. Pero hay otros muchos que favorecen la salud como comer fruta, o verdura, o hacer deporte.

Lo que espero es que decidas prender el hábito de cumplir tus sueños, de forma que tu Brain Operating System lo haga con menos esfuerzo. Para ello deberás desarrollar comportamientos nuevos como el de ubicarte mentalmente en +/+, pensar en positivo, dejar de criticarte, buscar opciones, etc, que irás aprendiendo en la medida en la que practiques los ejercicios con regularidad. Según muchos especialistas, la adquisición de nuevos hábitos requiere de al menos veintiún días de práctica constante. Y para eso hace falta tener un foco claro, una motivación concreta. Un objetivo, o sueño, que querer cumplir. Y esto de nuevo se basa en la responsabilidad.

 

 

Identifica un hábito que consideras que te ayuda a gozar de buena salud, y otro que haga lo contrario. Piensa cómo esos dos hábitos afectan a tu cerebro y a tu Brain Operating System. Pueden estar influyendo más de lo que te imaginabas en tu capacidad de cumplir sueños. Y si decides crear uno nuevo, ya sabes, como mínimo veintiún días de práctica. Para facilitarte el camino, te recomiendo que te hagas con un calendario en el que ir marcando los días en que cumples tu nuevo compromiso.

 

¿CÓMO TE OCUPAS DE GESTIONAR TU BOS?

 

Ahora que ya sabes algunos de los elementos principales que componen tu Brain Operating System, va siendo el momento de que te plantees cómo vas a gestionarlo de aquí en adelante. Confío en que al leer el apartado anterior hayas tomado nuevas decisiones. Sin embargo es probable que haya una serie de influencias externas a las que aún no hayas prestado atención.

¿Con qué tipo de noticias nutres tu mente? ¿Qué tipo de información eliges escuchar, consciente o inconscientemente? Si quieres cumplir tus sueños, deposita en tu cerebro informaciones y conocimientos útiles para tu sueño. Mucho de lo que nos llega por los medios no son más que accidentes, malas prácticas empresariales o políticas. ¿Crees que ese tipo de información te ayudará a conseguir tus sueños? ¿O más bien te ayudará a estar en depresión permanente? Yo te recomiendo que elijas fuentes de información que vengan filtradas por gente que esté alineada con lo que tú quieres conseguir. Una de las formas más sencillas es suscribirte a los blogs de personas que escriben sobre temas de tu interés. O si te sientes bien en el mundo digital más avanzado, créate una cuenta en Twitter y sigue a aquellos que te interesen. No intoxiques tu cerebro con información que no es útil. Al inconsciente no le importa la calidad de la información, sino lo que le repites de forma constante.

Una recomendación que te hago es que no mires las noticias durante un mes. Puede parecerte una locura. Pero la gente ya se ocupará de decirte lo que está ocurriendo en el caso de que sucedan cosas realmente importantes. Viviendo en Inglaterra, y yendo a España apenas una vez al mes, ya me entero de más noticias de las que querría en relación con cosas que no me ayudan, y todo a través de amigos, de alguna portada que veo en un asiento del avión, o de una noticia escuchada de refilón en la televisión en algún bar.

Otra de las formas de gestión de tu Brain Operating System a la que te invito a prestar atención es al tipo de gente con la que te relacionas Y no te lo digo en «plan padre». Me refiero a si vas con gente entusiasta, que vive la vida con ilusión. Hay experimentos en el campo de la neurociencia que demuestran que las emociones se contagian. Las copiamos de forma inconsciente a través de lo que se llaman nuestras «neuronas espejo». Sabiendo esto, ¿de qué tipo de personas prefieres rodearte? Si crees que no es posible dejar de relacionarte con determinadas personas, al menos añade a tu vida a aquellas con las que puedas compartir aficiones, gustos o sueños. Parece sensato pasar más tiempo con gente que transmite «buenas vibraciones», ¿no?

 

 

Siéntate una tarde en casa, cuando hayas descansado, y haz una lista de las personas con las que has estado esa semana. A continuación fíjate en el tipo de conversaciones que mantuviste. ¿Drenan tu energía o la aumentan? Lo siguiente es tomar las decisiones oportunas.

En esa misma línea es importante que pongas atención en el tipo de reflexiones y juicios que tiendes a hacer sobre ti y sobre tus conocidos. No descartes demasiado pronto qué tipo de «películas» visionas en tu cine particular. A menudo es uno mismo el que provoca ciertas situaciones ante la falta de reconocimiento de los demás. Como no consigues el reconocimiento positivo que quieres, inconscientemente lo buscas negativo. En Análisis Transaccional al reconocimiento lo llamamos caricias. Si buscas en internet «caricias y análisis transaccional» podrás leer más sobre la importancia que estas tienen en tu forma de relacionarte con los demás y en las decisiones que inconscientemente tomas al respecto.

 


SI TIENES HIJOS

 

Si tienes hijos, imagino que ya habrás empezado a darte cuenta de cómo los padres y los profesores en el colegio vamos ayudándoles a conformar su Brain Operating System. Todo lo que les decimos influye en su nuevo cerebro. El cerebro está preparado a priori para aprender todo tipo de actitudes, de conocimientos y de habilidades. Mi hijo mayor, que cuando escribo el libro tiene trece años, me lleva diciendo desde los cinco que cuando sea mayor tendrá caballos. Cuando me lo decía las primeras veces, mi respuesta siempre era la misma: «¿Y cuántos vas a tener?». Cuando entiendes de lo que es capaz el ser humano, y cómo podemos frenar ese potencial, que no eliminarlo, según sea la educación que les demos, te das cuenta de la responsabilidad que tienes como padre. Sabemos también que incluso teniendo unos padres que les amarguen la infancia, pueden llegar a disfrutar de una vida maravillosa. Pero ya que estamos en una era en la que cada vez hay más conocimiento al respecto, parece lógico crear las condiciones que les ayuden a conseguirlo, y que no tengan que quitarse ellos, de mayores, las capas de distorsión de sus capacidades innatas. Por otra parte, y para que no te machaques tú, que sepas que no hay padres perfectos. Porque «perfecto» significa hacerlo de acuerdo al estándar que tienes en tu zona de confort. Y cada persona, incluidos tus hijos, tienen derecho a tener la suya propia.

Históricamente no había mucha gente que le prestara demasiada atención a su responsabilidad por lo que le pasara en su vida. Pero en los tiempos que corren encontrarás muchas más personas que, como tú, están leyendo libros relacionados con cómo desarrollarse interiormente, cómo crearse un futuro brillante y, sobre todo, con cómo influir en los hijos para ayudarles a ser felices. Muchos piensan que es una moda, pero yo creo que es el principio de la era de la conciencia. Así que mi recomendación es que sigas tu intuición y hagas lo que te pida el cuerpo. Y sobre todo, que dejes a tus hijos hacer lo que a ellos les apasione. No quiero decir con esto que les dejes estar tirados todo el día en el sofá viendo la televisión o jugando con videojuegos. Hay unos límites mínimos de desarrollo que estoy seguro que sabrás poner. Y, si no, vente a uno de nuestros cursos para padres, en los que enseñamos cómo educar a los hijos de forma que funcionen desde la autonomía, o desde la interdependencia. Pero lo que es importante es que vayas descubriendo cuál es su pasión, para dejarles que la cultiven.

 

EL CEREBRO TRIUNO

 

Bueno, ahora que espero que hayas sentido la necesidad de saber más sobre la maquinaria que tienes entre las orejas, te cuento de forma simplificada el modelo que el neurocientífico Paul D. MacLean concibió en los años sesenta, y que en 1990 amplió en su libro The Triune Brain in Evolution. Según MacLean el cerebro consta de tres partes: el complejo reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex.

El complejo reptiliano sería el responsable del comportamiento y del pensamiento instintivo para sobrevivir, y controlaría los músculos, el equilibrio, y funciones como los latidos del corazón, la respiración, etc.

En el sistema límbico estaría el origen de las emociones y de los comportamientos instintivos como correr, procrear, atacar y huir. Su premisa es huir del dolor y acercarse al placer. En él se incluyen componentes tan importantes como la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo.

El neocórtex o corteza cerebral sólo se encuentra en los mamíferos más evolucionados, y en los humanos es el responsable entre otras funciones del habla, del razonamiento, de la percepción o de la abstracción.

Este modelo permite hacer una aproximación muy didáctica a cómo funciona el cerebro humano. Y ayuda a entender lo que los científicos han descubierto en los últimos años a través de técnicas avanzadas como la tomografía por emisión de positrones o TEP. Gracias a ellas pueden saber qué parte del cerebro se activa cuando estamos pensando, recordando, sintiendo, observando. Esto ha permitido saber que, antes de que te des cuenta de la decisión que has tomado, se han activado partes de tu cerebro límbico que responden a respuestas emocionales. Es decir, primero decide tu cerebro emocional, y luego tu cerebro racional lo procesa y lo explica.

 

 

¿Y por qué es esto importante para cumplir tus sueños? Porque si bien no es posible decir claramente dónde se almacenan la actitud, la conciencia, las creencias, las decisiones o la experiencia; sí se sabe que estas distinciones que describimos desde la psicología o desde el coaching tienen su traducción en la operativa del cerebro, y que además se pueden cambiar. Y que cuando las cambias, lo que ves, sientes, piensas, decides, también cambia.

A pesar de que contamos con millones de neuronas, y de que la mayoría de las cosas que hacemos las decidimos emocionalmente, queremos explicar siempre lo que ocurre como si realmente todo lo que hacemos pasara sólo después de que lo hubiéramos pensado con lógica. En otras palabras, tu lógica sólo es la punta del iceberg.

 

Lo que como seres «racionales» nos cuesta aceptar es la verdadera lógica

 

 

Nuestros cerebros funcionan a partir de las emociones, y aunque somos capaces de organizar con lógica muchas de las cosas que hacemos y nos ocurren, tenemos mecanismos de defensa, miedos, creencias limitantes y otros elementos que no hemos identificado aún, que condicionan a nivel emocional nuestras posibilidades. Y si quieres cumplir tus sueños, necesitas reconocerlos. Traerlos al plano consciente, comprobar qué influencia tienen y decidir luego cómo actuar. Y a medida que lo vayas haciendo, irás comprobando cómo la coherencia entre lo que deseas y lo que consigues es cada vez mayor.

 

 







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